18.5 Sí, Señorita

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Verano de 2021

"Nunca había sido tan cierta esa frase de Shakespeare: El infierno está vacío y los demonios están aquí. ¿No lo crees, Leo?"

Repito aquellas palabras en mi mente con suma delicia mientras recuerdo la expresión de Leonor al perderlo todo en un solo instante. Pero más sublime fueron sus ruegos y súplicas por detener mi malicia ante la posibilidad de destruir su relación.

- Sé que no querrás entenderme, Tatiana. Pero Sasha es todo lo que tengo... Ella es lo único que tengo. No estoy dispuesta a perderla. Sin Sasha, mi vida no sería nada. Yo no soy nada sin ella.

Me faltó muy poco para que mi corazón se termine de quebrar y me eche al suelo a reírme por lo estúpida que quedaba la escenita que me estaba haciendo en ropa interior. Sin embargo, en ese entonces, el odiar a Leonor era injustificado. Así que las risas nunca nacieron de mis labios. Me limité a sonreírle fríamente antes de lanzar a la jaula con los leones del arrepentimiento que la carcomerán desde adentro.

Entiéndelo, Leonor, esto no es personal. Aunque todo haya indicado lo contrario. No te detesto ni un poquito. Lástima que tu relación con la heredera de los diamantes haya resultado ser un daño colateral antes mis intereses. Dicen que el tiempo lo cura todo. Te aseguro que es cierto. Nadie mejor que yo pueda dar fe de aquello.

"Te doy la oportunidad de que te sinceres con tu novia, Leonor. Solo porque te considero una buena amiga. Además, me conviene tenerte de aliada que de enemiga" fueron mis palabras con las que sentencié el jaque mate. De esa manera cumplí el acuerdo que hice con Keane. Las noviecitas terminarían por cuenta propia sin que agentes externos hubiesen intervenido.

- ¿Por qué lo haces?

- Negocios, Leo. Solo son negocios. Mírame como una agente de la destrucción. Te apuesto que en algún momento me agradecerás haberte orillado a la sinceridad con Leonor.

Y así la dejé ese día donde todo mi plan avanzaba a pasos agigantados sin que nada lo pudiese detener. Puse de sobreaviso a Keane ante lo inevitable. El hombro más cercano y tierno al que iría Sasha Greyson a chillar de las injusticias de la vida sería él. Lo que hiciera después no me importaba. Si perdía la oportunidad de enamorar a Sasha era problema suyo. Yo cumplí con mi parte del trato.

Por supuesto que recibí mi "paga" al día siguiente. Me sorprendió que Leonor hubiese viajado a España para hablar en persona con su novia. Me aburrieron los detalles de su ruptura. Lo único que mi mente deseaba con hambre era la información sobre el consejo directivo de la empresa tecnológica de los Holmes.

Lo único que le faltaba a Keane era besarme la punta de mis zapatos cuando nos reunimos. Me mencionó mil veces que jamás esperó que todo saliese tan bien. De alguna manera, mi estrategia había permitido que Sasha odiase con todo su corazón a Leonor. Solo era cuestión de unos meses para que la pobre Sash se enamorase de su príncipe azul.

- Aquí tienes lo que acordamos, Tatiana.

Dijo Keane al entregarme una memoria micro sd y dictarme la clave con la que está encriptada. Claro, ya estamos 2021 para andarnos con informes impresos en papel y envueltos en sobres amarillos.

- Muero de curiosidad por saber qué hay adentro.

- Nombres de toda la directiva con su información más relevante como me la pediste.

- Espero que valga la pena.

- No soy un espía ni nada. Tampoco se lo encargué a nadie. Yo mismo lo recopilé y redacté todo por completo. Pero tengo mis métodos para obtener lo que quiero.

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