24. Regla #8

2.4K 185 11
                                    

Regla #8: El amor no entiende ni tiene reglas

16 de mayo de 2021

Los pases van hacia atrás. Debemos de armar las jugadas para intentar atravesar el medio campo del Lyon. Ya habíamos intentado penetrar hasta su área con balones largos todo el primer tiempo y solo obtuvimos dos goles en contra como resultado. La táctica de este tiempo es mantener la posesión e intentar salir jugando. O al menos ese era el plan con el que empezábamos este segundo tiempo hasta que Melanie Leupolz dio un pase hacia nuestra área debido a la presión de las mediocampistas francesas. Lo cual toma desprevenida a Eriksson, fallando en la recepción y como si fuese un cometa surcando el cielo, apareció Kelly Tudor para anotar el 3 a 0 a favor del Lyon venciendo con facilidad a nuestra portera.

Me quedo helada al verlas celebrar su tercer gol. No ha transcurrido ni dos minutos desde que el árbitro inició el segundo tiempo y ya vamos con otro gol más. La descarga de frustración no se hizo esperar no solo en mí sino en el resto de mis compañeras. ¡Mierda! Las chicas del Olympique de Lyon se coronarán por sexta vez consecutiva como campeonas de Europa. En ese instante, no supe si lo mejor era molestarme o reír por estar cayendo goleadas. Toda la adrenalina que me causó el mensaje inesperado de Mika durante le medio tiempo se acababa de esfumar entre los chillidos de alegría y aplausos del equipo francés.

"Enfócate, Gianna" se repetía con la voz de mi quizá "ex-novia" dentro de mi cabeza. Entonces, lo entendí. Si vamos a perder, lo haremos peleando cada balón hasta el final. Así como han sido mis días desde que conocí a Mika. Nadie me dijo que iba a ser fácil. Habría muchos problemas -y seguro los seguirán habiendo-, pero siempre estuve enfocada en conseguir que nuestro amo floreciera en primavera.

Con toda la emoción que me envolvió durante esos días de vacaciones en París con Mika creí que todo había empezado a salir muy bien en mi vida. Nos habíamos hecho novias, tuvimos nuestra primera vez haciendo el amor, y nos juramos amarnos con todo el corazón. Jamás habría mentiras ni secretos entre las dos. Pero esa fue la primera mentira que Mika me hizo. La cual se fue volviendo más y más peligrosa con el tiempo.

¿Cómo no me di cuenta de que las cosas iban demasiado bien?

La primera señal fue el día en que fui contactada por uno de los cazatalentos del Lyon. Me querían en su equipo como la flamante joven promesa en la delantera para la próxima temporada. ¿Cuál fue el problema? Apenas volví a Londres, la noticia ya se había esparcido por todas partes y con el pasar de los partidos con el Chelsea, el ruido mediático se volvió insoportable. Tanto los periodistas deportivos como los mismos fans del Chelsea ya me consideraban una "traidora" por no renovar con el equipo en febrero. Incluso, el haber anotado más goles durante la segunda mitad del campeonato era una señal de que me estaba esforzando hasta mis límites para llenarle los ojos a los directivos franceses para que cerrasen mi fichaje.

Dentro del campo de fútbol di mi vida todos estos meses y parecía que lo disfrutaba, pero solo mi papá y Mika saben de las innumerables veces que terminaba llorando luego de leer los comentarios que me hacían los fans del Chelsea a cada momento. Lo peor de todo fue que Mika no estuvo todo este tiempo a mi lado. Solo de manera intermitente nos veíamos en Londres para tomarnos un café o pasear por la ciudad. El mundo había vuelto casi a la normalidad, así que hasta mi entonces novia estaba ahogada en trabajo. Me alegraba que le estuviese yendo muy bien tanto en la casa de subastas como en sus pinturas -la cuáles ya se habían paseado por los museos de España y Portugal-. Lo obvio hubiese sido refugiarme en la confianza de Leonor, pero luego del accidente que tuvo por practicar parkour, mi amiga estaba más amargada que yo por tener que usar silla de ruedas durante varios meses. La única persona que me quedaba era mi papá. Toda mi vida confié en él para cualquier problema que tuviese, pero desde que me reveló que había continuado viéndose con Marina, mi corazón se partió.

Las Reglas del JuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora