Las Reglas del Juego

Epílogo

Enero de 2023 (mañana)

- Pídemelo, nena... Solo tienes que pedírmelo... -gemía Arantxa apretando sus dientes hasta casi romperlos al experimentar el calor que ebulle de todo mi ser y la envuelve por completo.

- Amor... más por favor... -dije entre ansiosos suspiros que apenas se lograban filtrar de mi boca mientras mordía con fuerza mi labio inferior.

Entonces, las arremetidas de Arantxa se detuvieron un segundo en el que sus ojos cobrizos se entremezclaron con los míos con mucha dulzura y amor. Se inclino hacia delante hasta atrapar mi boca con la suya y besarme con una maligna inocencia que me hizo temblar todo el cuerpo. Así nos quedamos un rato, pero apenas se rompió el beso, Arantxa volvía con su anhelo de hacerme sufrir.

Enderezó su postura y dirigió sus manos hacia mis muslos. Sentí un electrificante picor cuando sus uñas se clavaron en mi vaporosa piel indicándome que volviese a separar mis piernas. El vientre se me revuelve de ansiedad y lujuria ante lo que se viene. Vaya invento más práctico que son esos consoladores dobles sin tirantes porque así ambas disfrutamos a la vez.

Mi respiración se corta al sentir la presión del consolador entrando en mi interior. A Arantxa le gusta hacerlo lento. Pero eso solo es al principio. Apenas logro llevar aire a mis pulmones mientras mi esposa empuja sus caderas con fuerza haciéndolo entra y salir sin complicaciones de mi interior. Estoy hecha un océano de excitación literalmente. Los movimientos de Arantxa evidencia la exquisita destreza de una seductora nata. Y ella es solo mía así como yo soy de ella.

Vuelvo a suplicarle que continúe... Estoy entregada al amor de mi vida...

Intercambiamos sonrisas cuando su rostro se acerca al mío para desatar lenguas de fuego en un largo beso. Su frente chorrea sudor al igual que su empapada espalda. Gimo de dolor cuando me muerde los labios, eso solo me vuelve más loca y le clavo las uñas en el cabello antes de responder y comerme el sabor de su boca.

El beso dio paso a los primeros espasmos en mi sexo. Arantxa observa mi rostro de placer y aumenta sus arremetidas, los golpeteos de su vientre contra el mío, sus devoradores besos de leona y el "Te Amo" mutuo que nos damos es suficiente para dejarme llevar en una deliciosa sensación de estallido. Grito con fuerzas -amo hacerlo- mientras el orgasmo que golpea de adentro hacia afuera. Mis brazos la buscan abrazar mientras arqueo mi cuerpo y silencio mis alaridos de placer con un beso de vampiresa en su rica clavícula. La sangre que saboreo en la punta de mi lengua es la llamada a su orgasmo. Arantxa no es tan escandalosa como yo, pero por la intensidad de sus besos y mordidas sé que también la he vuelto loca.

Pasa un tiempo indeterminado antes de que recuperemos el aliento, aunque nuestras mejillas siguen encendidas como un par de rubíes. Arantxa ya se ha quitado el consolador y ahora se acomoda con mi cuerpo para frotarnos entre sí, nos lanzamos miraditas coquetas y románticas o unos pequeños besos en la boca o el rostro. Todo ha sido tan delicioso que ninguna quiere que acabe.

Lo mejor del mundo es hacerlo con la persona que amas. Solo con Arantxa me siento completa y feliz en todos los sentidos. Luego de correrme me gusta disfrutar de este momento en el que nos acariciamos, besamos, nos reímos o solo quedarnos dormidas abrazadas.

- Ya me di cuenta de que tu rusita solo fue el aperitivo... -murmura Arantxa al tomarme el rostro y conducirlo hasta el suyo para besarme de pico-.

- Tú siempre eres mi postre favorito, Arantxa. La única a la que amo y amaré el resto de mi vida.

- Solo cuando esas palabras salen de tu boquita de fresa sé que es verdad. Quien sea me lo podría decir y jamás me lo creería.