Manzanas de caramelo. One-shot.

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Traducción al español del One-shot 'Candy Apples' del usuario 'Mary_MIAO' en la plataforma de AO3.

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Resumen:

Beast AU.

Si Dazai y Atsushi se hubiesen conocido en el orfanato.

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Nakajima Atsushi se despertó una vez más con una terrible sensación de ardor en el estómago, como una lavadora en la que alguien había puesto detergente en polvo, pero se habian olvidado de meter la ropa. Un líquido amargo le ardía en la parte posterior de la garganta y tragó saliva para retenerlo.

Dazai Osamu lo miró desde donde estaba apoyado contra las barras de hierro de la celda, un clip de papel brillando en una mano vendada y una taza de agua tibia en la otra. Atsushi reflexionó que podía abrir la cerradura y salir fácilmente, pero también sabía que no lo haría, dadas las circunstancias. 

Vio como Dazai se deslizaba y le entregaba el vaso de agua, lo aceptó con dedos temblorosos y un tranquilo "Gracias." los grilletes que ataban sus tobillos tintinearon con dureza.

Nunca se le permitió ir muy lejos.

La luz de la luna se filtró a través de una pequeña abertura rectangular muy por encima de ellos en la pared de ladrillos rugosos, cubriendo el piso con una tela de plata fluida, estropeada solo por esquinas oscuras y barras que sobresalían del alféizar de la ventana.

El ojo descubierto de Dazai brillaba con un rojo suave bajo el resplandor, reflectante como una criatura de cuento de hadas que no es de este mundo, elegante y ajena. Fue una desgracia que la corta edad y educación de Atsushi aún no hubieran liberado sus límites en su comprensión de la retórica, y el niño, después de contemplar la escena con la respiración contenida y los ojos muy abiertos, solo pudo compararla con una cosa que él más o menos entendió.

Manzanas de caramelo.

Un regalo que nunca había probado y que solo había visto cuando el orfanato hizo un viaje a los festivales, vendiendo juguetes viejos y aceptando donaciones con la esperanza de mejorar las finanzas.

¿Cómo era realmente la fruta roja debajo de la decoración? ¿A qué sabía? Atsushi había fantaseado con ello innumerables veces, en sus sueños y en sus momentos a solas en la celda, sin nada como compañía excepto las paredes y techos grises opacos. La manzana roja impecable, cubierta con un brillo de caramelo duro y dulce, sostenida en las manos de niños risueños y reluciendo bajo un cielo lleno de fuegos artificiales multicolores.

Lo había imaginado y había tratado de completar la verdad solo con su imaginación. Quería, no, necesitaba la receta perfecta en su cabeza, y había intentado incansablemente combinar el sabor del azúcar y las manzanas que había probado coincidentemente una vez antes en sus esfuerzos. ¿Sería el sabor más dulce y crujiente del mundo? ¿Sería cálido, suave y se derretiría en su lengua?

¿Tendría... sabor a felicidad?

Dazai finalmente pareció cansarse de mirar a la luna y bajó los ojos. El chico siempre tenía la sensación de cansancio ineludible en su forma y rasgos, como si hubiera algo pesado en su espalda que el adolescente no pudiera descargar. Como si ese algo fuera un esfuerzo que requería que se quemara en el proceso.

El niño se dio cuenta de la diferencia de Dazai la primera vez que lo vio en el orfanato. Un peso en sus ojos que vino con el tiempo, la experiencia y el ver demasiado, Dazai era diferente para él de la forma en que no lo era para muchos otros huérfanos, más suave y más paciente, más cercano y... más cálido.

Atsushi apreciaba la diferencia con alegría culpable y un pánico siempre presente, y se deleitaba con cada taza de agua que Dazai le daba, cada vez que ponía una mano sobre su cabello y lo frotaba, cada vez que le sonreía suavemente.

Lo único que el director le había enseñado era que solo las personas valiosas merecían la felicidad, y así, cuando se descubrió algo sobre Dazai que hizo que el Director lo arrojara a la celda junto con Atsushi, el niño se sintió tan feliz y culpable como siempre.

A pesar de que se reprendería a sí mismo una y otra vez después, avergonzado de arrastrar a alguien a su propio lío y sentirse feliz por ello.

【No es importante a quién ve Dazai-san cuando me mira, el verdadero objetivo de su gentileza y afecto. No importa a quién estoy reemplazando en su corazón. Por favor, no dejes que se detenga; déjalo así, siempre, siempre…】

"¿En qué estás pensando, Atsushi-kun?" Preguntó Dazai, con ojos de manzana dulce mirando el rostro del chico con curiosidad.

“Dazai-san.” Atsushi había intentado muchas otras formas de dirigirse a él, pero como esta siempre parecía incitar a la mayor diferencia, era la que Atsushi siempre elegía usar. "¿Crees que podré comer una manzana de caramelo en los festivales algún día?

"... Por supuesto." respondió Dazai después de una pausa muy leve, mirando a los ojos de Atsushi con una expresión triste y consciente. "Llegará un día en el que puedas llenarte solo con eso, lo prometo."

**

Atsushi pensó que las cosas siempre serían así, hasta que un día apareció un hombre vestido de negro con una bufanda roja alrededor del cuello, llevandose a Dazai con él.

Y luego, algún tiempo después de que Dazai se lo llevara del orfanato, vino la muerte y se llevó a Dazai por segunda vez.

En los días posteriores a eso, Atsushi todavía fantaseaba con comer una manzana de caramelo una y otra vez en su cabeza, a pesar de que hacía mucho que había probado la auténtica. A pesar de que había llegado el día en que pudo llenar su estómago con eso, como una vez le prometieron. Se encontró incapaz de dejar ir la sensación de perder algo, en sus sueños.

***

Finalmente, en un día soleado mil veces más brillante que esa noche en la celda iluminada por la luna hace tanto tiempo, el nuevo director, Mori Ougai, le permitió nuevamente salir del orfanato, y fue admitido en la Agencia de Detectives Armados.

Fue cuando Nakajima Atsushi estaba viendo a los miembros reír y bromear juntos, la luz del sol bailando en su cabello, que de repente lo entendió. Comprendió la mirada asombrada y diferente con la que Dazai a veces lo observaba, tan cálida, cansada y gentil.

Al igual que Atsushi, cuando recordó sus manzanas de caramelo.

Como si se estuviera perdiendo algo que nunca había tenido.

Fin.

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Notas del autor:

Una traducción de 【敦 太】 苹果 糖 por 庭 阶 兰, publicada en Lofter.

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