Traducciones Dazatsu

Cueste lo que cueste. One-shot.

Me siento un poco(muy) apenada de haber extraviado la información de este escrito cuando lo estaba traduciendo, perdí el nombre original y el usuario que lo escribió. Realmente no tengo excusas, así que no diré nada más que un simple; lo lamento, y es sincero.

— MARATÓN: ONE-SHOTS DE FLUFF.

— 9/10.

¡¡Disfruta!! Y perdona si hay alguna incoherencia, estaré un poco ocupada así que tal vez no haya actualización mañana.

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Resumen:

La distancia hace crecer el cariño, dicen.

Pero el encarcelamiento no fortalece los brazos y Atsushi se está volviendo un poco demasiado pesado para esto.

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Cuando Dazai se encontró vagando por las calles de Yokohama como un hombre libre, esperaba que el paisaje fuera más... apocalíptico; esperaba que los edificios destruidos y el polvo todavía se asentaran, la ciudad reluciente a su alrededor se redujera a nada más que escombros. En cambio, parecía que todo a su alrededor había sobrevivido, todavía en pie, firme y fuerte, en su ausencia.

Todo había ido bien sin él en el frente.

Por muy contento que estaba de ver que era verdad, parte de él deseaba que no fuera así.

Una brisa tranquila lo sacó de sus pensamientos, mucho más fría de lo que estaba acostumbrado. De alguna manera, entre su captura y su liberación de la prisión, su gabardina y su chaleco se habían perdido; estaba metido en su camisa de vestir, con la corbata bolo metida en el bolsillo, pero afortunadamente todavía tenía las vendas para cubrir sus brazos. Aún así, se sentía un poco vulnerable, el largo período de encarcelamiento con solo otro como compañía aumentaba su paranoia ahora que los gruesos e ineludibles muros ya no lo rodeaban. Metiendo las manos en los bolsillos y sintiendo la suave piedra de su corbata, Dazai empezó a silbar una melodía débil mientras continuaba calle abajo.

¿Debería pasar por la agencia y hacerles saber a todos que estaba libre? Dazai no estaba seguro de quién estaría preocupado por eso, para ser completamente honesto: Yosano, Kenji y las secretarias probablemente apenas le ahorraron un pensamiento pasajero, Ranpo seguramente ya sabía que estaba bien, y estaba casi seguro de que Kunikida tendria una pila de papeleo solo para él. Entonces podría irse a casa, volver a su desordenado apartamento y su armario vacío, los pocos cajones y el almacenamiento que probablemente habían destrozado para la investigación necesaria cuando fueron etiquetados como terroristas. Seguro que tendría que lidiar con ese lío... y había alguien a quien no quería dejar colgado después de tanto tiempo.

No por primera vez, Atsushi se sumergió en sus pensamientos y aceleró un poco su ritmo cardíaco. Durante el tiempo que estuvieron separados, Dazai hizo todo lo posible por enviar su ayuda siempre que pudo, pero no se le dieron muchas oportunidades, pasó demasiado tiempo indefenso, preguntándose si Atsushi estaría bien durante todo el plan. Confiaba en Atsushi más de lo que esperaba confiar en nadie; Su miedo no surgió de la sospecha de su habilidad.

Sin ninguna razón, Dazai solo estaba preocupado, angustiandose internamente por todas las cosas que no estaría cerca para evitar que sucedieran.

Sabía que Atsushi haría el trabajo, simplemente no sabía qué costo el chico consideraría apropiado, o si estaría de acuerdo.