Julia.
Después de varias horas en la comisaría dando mi estúpida declaración de cómo Alexander había sido capaz de manipular al mundo entero solo para tenerme en su vida. Digamos que siempre tuve una leve sospecha, pero no quería que mi paranoia acabará con las pocas cosas que había logrado obtener.
Tengo miedo, el cuerpo se me paraliza cuando observó como Alexander es llevado por dos oficiales hacia la pequeña prisión de la comisaria. Por más que sus manos estuvieran esposadas y que técnicamente ya no puede hacerme daño, de igual manera mi cuerpo tiemblan ante su presencia.
—No tienes por qué preocuparte — me asegura Alex —Ha confesado todos sus delitos, créeme cuando te digo que no los verás jamás.
—Tiene más dinero de lo que nosotros podemos contar — murmuró cabizbaja —Puede pagar un abogado o incluso la maldita fianza.
Desde el silencio aparece la figura de Thomas haciendo acto de presencia, puedo notar la vergüenza en su rostro y que carga a mi niña en sus brazos. De una manera u otra, Thomas también compartía lazos con mi hija y por más que los exámenes digan que biológicamente Alex es el padre. Él la había criado todos estos años.
—No te preocupes Julia, yo mismo me encargaré de que él no vea un centavo. No tendrá oportunidad de salir ni mucho menos defenderse — me dice mientras me entrega a Hope.
—Muchas gracias Thomas, lamento mucho como se han dado las cosas — le hago saber intentando no llorar.
—El examen dice que eres el padre — le habla esta vez a Alex —Le tiene miedo a la oscuridad, déjale una luz prendida, le gustan los cuentos de hadas y dragones, al menos uno por noche — explica con un nudo en su garganta —Ama las cosas con brillo, pero más que nada ama a su madre. Cuídalas a ambas, por favor.
En cuanto Thomas se aleja de nosotros con la intención de jamás volver, Hope se despierta y llora al ver que su padre se aleja.
—Papi — chilla ella sin entender la situación —¿A dónde vas? Tenemos que volver a casita.
Desgraciadamente, no puedo evitar que mis ojos suelten algunas lágrimas, pero de igual manera Thomas se acerca a su pequeña para besar su frente con delicadeza.
—Mi pequeña Hope — dice con ternura —Los años que pase siendo tu padre, fueron los mejores de mi vida. Pero debo irme.
—¿Por qué? — pregunta ella llorando mientras me mira a mí —¿Por qué papá se tiene que ir?
¿Cómo le explicas una situación así a una niña? Que su padre, el que ha conocido desde su uso de razón, realmente no es su padre. Que el hombre que mi lado lo es y que está demasiado emocionado por conocerla y amarla como se merece.
—Thomas jamás se alejará de ti amorcito — le explico a mi hija mientras observó a Thomas fijamente —Tuvimos algunos problemas y hemos descubierto que tu verdadero papá es Alex, pero eso no significa que Thomas salga de tu vida.
—¿Y si ya no me quiere? — pregunta mi niña llorando desconsoladamente.
—Eso nunca va a pasar — habla esta vez Thomas —Pase lo que pase, siempre te voy a amar mi pequeña Hope.
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Amar No Es Para Gordas ©
RomanceEl amor siempre fue algo a lo que me he negado, no tenia pensado de hecho no estaba en mis posibilidades amar a alguien. Siento que el amor debe ser mutuo y si ni siquiera yo puedo amarme a mi misma ¿Como podria amar a otra persona? Acostumbrada a...