Capitulo 11 🌷

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«Causa y efecto»

Julia

Hay que hablar de las consecuencias de los actos del ser humano, no son de gran importancia cuando cometemos tales actos, pero a la hora en la que tomas conciencia de tus acciones sabes perfectamente que la has cagado de una manera más que magistral y no me refiero al detergente.

Pues es en ese momento él en que me encuentro, mientras observo a mi alrededor y soy consciente de que mi cama no está vacía. Un hombre me acompaña y no es cualquier hombre, es mi jefe el que está comprometido. Mientras más recuerdo mi bochornosa manera de resolver mis asuntos con Lorena y Alex, más me arrepiento de todo lo sucedido.

Intento moverme de mi lugar sin despertar al hombre a mi lado, pero este me abraza como un niño a su madre.

Pero que incómoda situación.

Qué estúpida que eres Julia.

—¿Por qué intentas escapar? — Pregunta Thomas soñoliento y con sus ojos aun cerrados.

—Se me hace tarde — Miento —Debo ir al trabajo.

—Yo soy tu jefe — Me recuerda esta vez mirándome fijamente —Te doy el permiso de quedarte conmigo hasta la hora que yo lo desee.

Respiro hondo intentó aceptar la cagada que me he mandado mientras observo fijamente el techo de mi habitación. Soy consciente de que ahora he derribado por completo aquella barrera de jefe y empleada, que me veré asfixiada por las consecuencias y no sabré como sobrellevar los sentimientos que vendrán con ellas.

—Aquí no eres mi jefe — Desafío —Es mi casa y yo decido cuando levantarme.

Mientras me levanto de la cama observo de reojo como Thomas se ríe ante mis palabras, aquella sonrisa mueve por completo todos los esquemas de mi cuerpo en cuestión de segundos, pero de igual manera intento seguir con mi objetivo.

Cubro mi cuerpo con mi bata y luego camino hacia el cuarto de baño. Una vez dentro me dedico a respirar hondo, llorar en silencio mientras no logro reconocerme en el espejo. Esta no soy yo y es más que evidente, me estoy perdiendo a mí misma en el trayecto de todos estos sentimientos desconocidos.

Creo que jamás entenderé la naturaleza de estos, me siento como idiota ante dos hombres que no hacen más que confundirme. Odio lo que me hacen sentir, detesto no poder controlar lo que me pasa, pero sin lugar a duda lo peor es saber que alguien tiene el control sobre mis sentimientos.

Aquello lo detesto de una manera inexplicable, no estar preparada para la capacidad de mis sentimientos me hace odiarme a mí misma, más de lo normal. Porque simplemente no puedo controlar mis sonrías inconscientes o mis nervios ni mucho menos los rápidos latidos de mi corazón.

Eso me hace un blanco fácil, alguien rápido a quien lastimar y no quiero sentirme así de nuevo. Ya no quiero ser lastimada por nadie, mucho menos por un hombre. Ellos tienen una manera especial de hacerte sentir una verdadera mierda. Lo he comprobado, al menos la situación con Alex me hace sentir de ese modo.

Todo parecía sacado de una maldita telenovela.

La chica fea y gorda que nadie quiere, tiene una amiga bella que todos aman. La chica gorda se enamora de un joven inalcanzable y su amiga bella toma la iniciativa para robárselo. Se supone que debo mirarlos en los pasillos demostrando cuanto se aman, pero no sé si pueda soportar aquello.

No sé exactamente lo que me sucede con Alex, pero estoy segura de no querer que se termine. Es atento en todos los aspectos, nunca me hizo sentir incómoda cuando estamos a solas y fue el primer hombre que me vio desnuda y no me juzgo en absoluto.

Amar No Es Para Gordas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora