Amar No Es Para Gordas ©

Capitulo 1 🌷

«Lo mismo de siempre»

Julia

Pleno invierno en la ciudad de Boston y la nieve no para de caer sobre las calles, lo cual adoro. El invierno es una de mis estaciones favoritas, no tengo por qué estresarme con lo que llevaría puesto, cualquier tipo de ropa que cubra por completo mi cuerpo por mí estaba bien.

Unos minutos enfrente de mi armario me basta para decidirme por un pantalón de vestir negro junto a una remera, mangas largas color rojo, arriba un suéter negro para completarlo con una campera marrón claro y mis zapatos los cuales ya me quedan chicos. Pero hasta no conseguir un trabajo digno no puedo darme el lujo de cambiarlos.

Salgo de mi habitación luego de aplicarme un poco de perfume, debo estar lo más presentable posible. Tenía que asistir a una entrevista en un café, soy consiente de que no es un trabajo bien pagado, pero me basta con que pueda pagar la renta del apartamento sin tener que estar a las corridas con el pago.

Camino hacia la sala principal del apartamento, la cual se encuentra tapada de los diferentes anuncios con necesidad de personal en comercios cerca de la universidad. Me encuentro estudiando medicina en la universidad de Harvard, obviamente no tengo el dinero como pagar mis estudios, pero había logrado obtener una beca completa gracias a mis esfuerzos en la secundaria sacando notas excelentes.

Tomo mi bolso para luego salir de mi apartamento mientras guardo las llaves en este. Totalmente concentrada en mis cosas, no me percato de que enfrente de mi puerta se encuentra una policía mujer, le dedico una sonrisa incómoda para luego ver como mi vecino sale de su apartamento con su uniforme policial.

—Hola Julia — Saluda sonriendo mientras se arregla su campera.

—Hola Alex — Sonreí incómoda.

Alex era policía, prácticamente todos los vecinos corren hacia el cuándo tienen algún problema, no sé más que lo que habla la gente cuando lo ve pasar. Tiene veinticinco años, su cabello es castaño oscuro, sus ojos son verdes avellana los cuales si se fijan en ti parecen robarte el aliento, hoyuelos en sus mejillas cuando sonríe, un cuerpo muy bien cuidado y cuando digo cuidado significa que es de los que prefiere ir al gimnasio en vez de dormir lo cual es extremadamente raro. Labios carnosos, algunas pecas en su rostro, su cabello oscuro tiene un peinado muy sacado de Pinterest de esos a los que le llaman aesthetic y lo mejor de todo es lo pintado que le queda su uniforme.

—¿Vienes a la reunión? — Pregunto Alex sacándome de mi trance para nada normal.

—¿Reunión? — Interrogue confundida.

—Hoy nos juntamos todos los vecinos — Me informa sin perder su toque de chico perfecto.

—Oh, claro, lo había olvidado por completo, pero no sé si podre asistir — Intento inventar alguna excusa.

—Solo serán algunas horas para divertirnos, espero verte en la noche.

Alex desaparece de mi campo visual junto a su compañera, me quedo en silencio en aquel pasillo. Miro la hora en mi móvil y me doy cuenta de que estoy llegando tarde a mi entrevista, corro con la poca energía que mi cuerpo tiene hasta llegar a la parada del autobús. Para mi suerte este llego a tiempo, así que no me veo obligada a insultar al conductor.

Un sábado de lo más normal en la ciudad, veo por la ventanilla como la gente recorre las hermosas vidrieras de los negocios. Mayormente, los días de semana la ciudad es un desastre, la gente corre para llegar a sus trabajos, otros para llegar a la universidad y luego están los que corren por puro placer.

Bajo en mi parada, me doy la tarea de caminar hacia el café y cuando llego a estar enfrente de este mi cuerpo comienza a temblar de los nervios. No tengo madera de extrovertida, mi físico se había encargado de que aquello fuera inevitable. Respiro hondo unas dos veces para después dar pasos cortos hacia la entrada del lugar.