«Fin de las vacaciones»
Julia
Es el gran día o al menos eso intento pensar, aún no encontramos tendidos en la cama sin ningún tipo de preocupación, pero de tan solo pensar en tener que volver todo da vuelta en mi cabeza. Estos días junto a Alex, totalmente solos, me dieron la alegría que siempre he necesitado. Todas las personas que podrían lastimarme se encontraban lejos y eso me permite respirar con tranquilidad.
—Llevas mucho tiempo mirando al techo ¿Sucede algo? — Interroga Alex mientras que acaricia mi cabello con suavidad.
—No quería que las vacaciones pasaran tan rápido — Murmuro acomodándome para quedar encima de su pecho —Volver es sofocante.
—¿Hay algo haya que no te haga feliz? — Cuestiona preocupado —Puedes confiar en mí.
—Mi trabajo — Susurro arrepentida, pero sé que la confianza es lo primordial en una relación y no empezaré de esa manera la mía —Mejor dicho, Thomas.
Inmediatamente, Alex se incorpora en la cama para verme con claridad a los ojos, mientras que sus manos sostienen las mías con fuerza. Su mandíbula está tensa, su respiración no es una normal y su mirada puede decirme mucho más que cualquier palabra.
—¿Te hizo algo? — Interroga enfurecido —Si lo ha hecho, permíteme matarlo.
Deslizo mi mano por su torso desnudo mientras capto su absoluta atención, sus ojos me penetran con furia a pesar de que intento tranquilizarlo parece que el nombre Thomas hace que todas sus alarmas se enciendan.
—Me beso — Confieso con un hilo de voz.
Mis palabras parecen enfurecer al hombre a mi lado, pero se esfuerza por no demostrarlo, su mandíbula aún sigue tensa y sus manos aferradas a las sábanas. Sus ojos verdes no hacen más que observarme con detalle, espero que alguna expresión de mi rostro les dijera algo.
—¿Hace cuánto? No te perdonaría que me lo hubieras ocultado.
Maravillosa pregunta, en muchas ocasiones me beso, lo besé, nos acostamos, me confundí, lo confundí a él y ambos terminamos siendo presos de un incómodo silencio que remplaza toda esa pasión y deseo que dejamos encerrado en una caja de cristal.
—Fue antes de que formalizáramos nuestra relación — Comento mirando al techo mientras suspiro del cansancio —En noche de gracias.
—¿El mismo día que nos acostamos? — Cuestiona ofendido —¿Antes de dormir conmigo te habías besado con él? ¿Fui tu premio de consuelo o algo por el estilo?
En este precioso instante en donde me pregunto por qué diablos abrí mi maldita bocotá.
—Me parece que estás malinterpretando horriblemente las cosas, Alex — Digo calmada —Cuando Thomas me beso ambos estábamos ebrios y fue un error. Lo que paso entre tú y yo esa noche fue algo que hice consciente.
Repiensa sus palabras y suspira por algunos segundos para luego tomar mi mano con delicadeza y llevarla al alcance de sus labios para besarla con suavidad.
—Lo lamento — Se disculpa apenado —Me hierve la sangre con tal de imaginarlo tocándote.
—Eso no volverá a pasar, solo fue un error porque estábamos ebrios. Thomas respecta nuestra relación y la suya.
Como quisiera que mis palabras fueran verdad y no solo un maldito deseo de mi parte.
—¿Solo se besaron? — Cuestiona mirándome fijamente, haciendo que dudara de mi propia existencia en segundos —¿No paso nada más?
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Amar No Es Para Gordas ©
RomanceEl amor siempre fue algo a lo que me he negado, no tenia pensado de hecho no estaba en mis posibilidades amar a alguien. Siento que el amor debe ser mutuo y si ni siquiera yo puedo amarme a mi misma ¿Como podria amar a otra persona? Acostumbrada a...