Extra 1

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El viento golpeaba su rostro mientras miraba el agua fluyendo con calma, la gente se detenía a mirar aquella belleza, la ciudad era increíble, las estatuas que se encuentran a lo largo del Puente Carlos forman una combinación única.

Su sueño hecho realidad, Praga.

Miró esas piedras desgastadas que le daban su toque de antigüedad, no podía dejar de mirar el lugar, era perfecto.

Un flash sorprendió al pelinegro, dirigiendo su atención aquel destello, sonriendo con ternura al ver a su amado sosteniendo su cámara, admirándolo como si se tratara de la más hermosa obra existente en este planeta.

Como si no bastara estar en una de las ciudades más bellas.

Podría ser una exageración, pero para TaeHyung , mirar a su amado admirar la ciudad de sus sueños enamorado, era su más hermosa fotografía, incluso más que todo su alrededor.
Una imagen de lo real que puede ser el amor. Sin un ángel con flechas de por medio, sin historias de amor perfectas, solo eran ellos, dos hombres con heridas, con pasados imperfectos e inesperados, ahora en una ciudad perfecta.

- Harás un álbum completo con esas fotografías - rió acercándose abrazar a su alfa, apoyando su cabeza en su pecho, escuchando sus rítmicos latidos - ¿Te sigue molestando tu prótesis?- murmuró Hoseok mirando hacia arriba al azabache por su diferencia de altura.

- Es raro, no molesto- acarició la mejilla del omega con sus nudillos - Parece que nunca llegó a suceder el accidente - murmuró mirando los ojos del pelinegro - Pero siempre vendrá algo mejor, ¿no crees? - dijo delineando con su dedo sus labios, sin quitar sus vista del aquellos belfos tan adictivos para el azabache - Te amo - susurró TaeHyung sintiendo su corazón palpitar frenético, como si con esas dos palabras no alcanzará a describir lo que sentía por el pelinegro - Te amo demasiado Hoseok.

Hoseok sonrió a lo grande, sus brazos alrededor del cuello del alfa - Te amo TaeHyung.

[...]

- ¿TaeHyung? - susurró el omega ambos abrazados y con sus pijamas de seda, mientras la noche los arrollaba con su oscuridad y la luna iluminaba su pequeño cuarto de hotel - Si pudieras volver el tiempo atrás, ¿evitarías el accidente? - murmuró, siendo su mano acariciada por el alfa quien tenía su mentón apoyado en su cabeza.

- No

- ¿Por qué? - preguntó Hoseok curioso por su inmediata respuesta, separándose para subir sobre el alfa y mirarlo de cerca - ¿No te gustaría?

- No, no me gustaría - acarició su rostro admirando la belleza natural del pelinegro - No cambiaría mi pasado por este presente a tu lado - sonrió TaeHyung satisfecho al ver las mejillas sonrojadas del omega - No cambiaría el minuto en que aquel auto chocó de frente quedando mi pierna atrapada - sus manos se movieron a la cintura del pelinegro - Aunque ese minuto marcó mi vida y mirar mi pierna es un recordatorio diario - miró los ojos del pelinegro - Poder amarte , mirarte sonreír, reír, escuchar tus anécdotas, mirar tus ojos que confirma ese amor tan sincero hacia mi, es lo mejor que me ha sucedido, a veces pienso que sin ese accidente... - tomó su rostro con su mano - No estaría a tu lado, el accidente fue un final inesperado - miro los labios del omega - Pero tu eres mi nuevo comienzo.

Hoseok lo besó con ansias, amor, desespero, dicha, todo un cúmulo de emociones en su interior, quería demostrar al azabache ese amor que lo ahogaba y no saber cómo demostrarlo, llenarlo, sentirse satisfecho, que TaeHyung llegará a entender cuanto lo amaba.

Aunque el azabache ya lo supiera.

El calor empezó aumentar en esas cuatro paredes, sus olores se mezclaban, fresco y dulce, las caderas del omega se movía en un vaivén sobre el bulto del alfa, el pelinegro empezó a mordisquear y chupar sus labios, su lengua se adentraba acariciando el labio superior haciendo jadear al azabache. Las manos de TaeHyung se movieron con determinación a aquellas dos masas moldeables escuchando al omega gemir, estrujo con fuerza queriendo sentir más de esa fricción sobre su ropa, su omega moviéndose sobre el alfa con rapidez. TaeHyung gruñó moviéndose  para estar sobre el pelinegro sintiendo su falo más que endurecido, la ropa empezó a sobrar, despojándose una por una, hasta estar sobre el pelinegro y sus hombrías a flor de piel haciéndolos gemir a ambos.

TaeHyung besaba el cuello del omega, un recorrido desde su ombligo hasta su boca, le encantaba callar los gemidos del pelinegro con un beso, como si deberían ser solo escuchados  por él.

- T-TaeHyung...- dijo el omega entrecortado suspirando al sentir besos húmedos detrás de su oreja - M-márcame

- ¿Qué? - paro sus besos mirando al pelinegro apoyado con su brazos - ¿Estás seguro?

- Muy seguro - susurró besándolo de nuevo esperando al alfa acomodar su falo para sentirlo dentro, tan profundo hasta volverse uno.

TaeHyung lo penetró con cuidado, memorizando cada una de sus expresiones, verlo con gotas de sudor, jadeando, sus cabellos pegados en su frente, logrando exitarlo aún  más. Los empujes no esperaron, el alfa lo hacía con tanta lentitud haciendo desesperar al pelinegro, intento tener más impulso con sus piernas, siendo dificultoso por parte de la pierna faltante, pero haciendo gritar al omega al topar aquel punto que lo hacía delirar, sentir su cuerpo temblar, todo su alrededor olvidándose.

La luna fue testigo desde esa demostración de amor en cada beso, cada estocada, cada palabra que salía de la boca de ambos.

El azabache gemía y gruñia al sentir las paredes del pelinegro apresarlo con agonía, haciendo cada estocada más difícil que la anterior pero siendo tan deliciosa sensación. Estaba apunto de terminar, su cara se contrajo queriendo aguantar un poco más pero el omega se vino en el pecho del alfa casi en un grito, capturando a su pene de manera tan fuerte que lo hizo jadear soltando su esencia dentro.

Hoseok movió su cuello en señal , quería su marca.

TaeHyung se acercó lamer esa zona sintiendo el sabor salado del sudor, clavando sus dientes y con su nudo expandirse de pronto en el ano del pelinegro, escuchándolo lloriquear por el dolor de la mordida pero también por el nudo que lo hizo expulsar de nuevo ese líquido blanquecino.

El tiempo  pareció detenerse, como si volvieran a renacer, sentir las suaves respiraciones de su amado, su corazón latía al unísono, sus almas siendo una sola. Una unión más allá de lo astral, simplemente era mágico y casi irreal. Tan irreal como ese amor contenido en sus corazones, desbordante, ambos sonriendo por ello.

TaeHyung lamió la herida quitando los restos de sangre. Esperando que su nudo se deshinchara para no lastimar al omega.

- ¿Duele? - preguntó el alfa refiriéndose a la mordida, apoyado de sus antebrazos en la cama, mirando los gestos del omega.

- Un poco - susurró el pelinegro, sus dedos pasando suavemente sobre él rostro del azabache - ¿Tanto así me amas? - preguntó Hoseok al sentir ese sentimiento mutuo inundando su cuerpo el doble.

En cada latido lo amaba más.

- No - negó el azabache probando sus labios - Te amo mucho más - dijo TaeHyung  sonriendo no necesitando más palabras.

Esperaron que el nudo se deshinchara, sus brazos se vieron envueltos sobre el otro no queriendo alejarse ni un centímetro, sus ojos se cerraron por el cansancio, ambos sonriendo antes de quedar dormidos y sintiendo ese amor hacía el otro a través del lazo.

Ese amor que crecía, incluso en sus sueños.



















Dandelion [Omegaverse][Vhope] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora