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«Un día atrás, después de la junta privada en la GMMTV»

Tenía un mal presentimiento.

De solo haber conocido de manera externa a Mile Phakphum, sintió que algo no estaba bien con él y no es que ese chico fuese un demente, pero destilaba mucha agresividad y malas vibras. Sin embargo, sabía perfectamente que Earth estaría a salvo mientras Bright, Win y Ohm estuvieran cerca, pero eso no lo tranquilizaba del todo. Conocía bien a Earth como para discernir que no le iba a agradar ese chico por su forma de ser tan egocéntrica y prepotente.

—¿Estás seguro que tu amigo es de fiar? —le preguntó a Gulf en cuanto abordaron el coche en el estacionamiento. Tanto él y Up lo habían esperado afuera de la GMMTV.

Gulf encendió el vehículo y asintió.

—Si no confiara en él, no lo habría sugerido para reemplazarte. Es un excelente actor.

—No, Gulf, me refiero a que si es de fiar para poder dejarlo junto a Earth—explicó Kao y Gulf y Up voltearon a verlo.

—¿Qué es lo que tanto te preocupa? Mile no va a comerse a tu adorado Earth—carraspeó Gulf—y tampoco lo va a golpear o algo por el estilo. Relájate.

—Se ve a simple vista que no es una persona tolerante—insistió Kao—y yo jamás me perdonaría si le llegara a hacer algo a Earth. Además, la culpa sería totalmente tuya, Gulf.

—¿Mía? —inquirió Gulf—estoy haciendo todo esto para ayudarte, Kao. Y no puedes ir a por ahí juzgando a las personas solo porque no te agradaron. Mile no tendría por qué tratar mal a Earth y si llegasen a tener problemas, será por el ambiente y por las actitudes de ambos, ¿entiendes? Nadie puede controlar a los demás, entiéndelo.

—Ojalá no me haya equivocado—masculló Kao entre dientes y abrochó el cinturón de seguridad.

Gulf puso los ojos en blanco y puso en marcha el vehículo. Up, que estaba en los asientos traseros, suspiró. Él tampoco confiaba en Mile Phakphum, pero no quería encender más la inquietud de su amigo y poner más en conflicto a Gulf con Kao; ya que, después de todo, buscaban un solo objetivo: sacar a Kao Noppakao de ese abismo doloroso de un amor marchito.

Esa tarde, se la pasaron acompañándolo e invitándolo a comer y a cenar para que se relajara y se despejara de sus problemas, pero Kao estuvo la mayor parte del tiempo pensativo. Ni si quiera advirtió que alguien más se había unido al pequeño grupo de amigos, hasta que escuchó la risa de Mew Suppasit a su lado.

Eran las ocho de la noche y se hallaban cenando en un restaurante "normal" en donde no había mucha gente y no llamarían la atención. El frío era más denso y espeluznante. De los cuatro, Kao fue el único en no llevar un abrigo especial para el frío nocturno. Comenzó a tiritar, pero prefería sentirse así porque su mente solo pensaba en estar en su cama y dormir.

De pronto, escuchó a Mew mencionar que se le antojaba fumar un cigarrillo y volteó a verlo. Kao no fumaba ni bebía, pero lo hacía de vez en cuando como toda persona normal; y ese momento lo ameritaba.

—¿Tienes cigarrillos? —le preguntó a Mew. Gulf y Up dejaron de hablar para fruncir el ceño.

—Tengo una cajetilla y un encendedor en el coche—respondió Mew sin sorprenderse en lo absoluto—espérame unos minutos, iré por ellos.

—¿Vas a fumar? —Up fue el que preguntó primero.

Kao se encogió de hombros.

—Tengo frío y ganas—respondió su amigo de forma tajante.

SUNFLOWER SMILEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora