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—P'Win...

Earth se abrió paso entre Kao y el pequeño espacio que quedaba del umbral para salir a hablar con Win.

—Debí suponerlo. Aún no lo olvidas—dijo Win Metawin con evidente decepción en la voz.

—No, P'Win, no es lo que crees, ¡Puedo explicarlo! —Earth se acercó lo suficiente para intentar alcanzarlo y agarrarlo del brazo, pero una mano se cernió alrededor de su muñeca y lo hizo detenerse.

—Deja que se marche—intervino Kao. Earth volteó a verlo con sorpresa y forcejeó con él para liberarse, pero fue inútil. No obstante, para cuando el chico volvió a posar su atención en Win, este ya se hallaba abordando su auto al frente de la calle.

—¡P'Win! —Earth reunió toda la fuerza que tenía para empujar a Kao y librarse por completo de él.

Echó a correr deliberadamente, colocándose enfrente del coche, empero Win Metawin optó por meter reversa y alejarse por el lado contrario con los ojos en llamas.

—¡No, regresa! —le gritó Earth, desconcertado, a punto de llorar.

Para ese punto, el chico solamente quería tener un vehículo a la mano y seguir a Win y aclarar las cosas, no sin antes pasar encima de Kao.

Y por primera vez en su vida, dio media vuelta y encaró a Kao Noppakao que seguía al borde de la acera, observándolo con una ceja arqueada y expresión arrogante.

—¿Qué diablos haces en mi departamento? —le ladró, enrojeciendo de coraje. Y lo empujó con brusquedad. Kao no se movió ni un centímetro.

—No puedo olvidar lo que pasó entre nosotros el jueves—fue su respuesta.

Y a Earth le dieron arcadas y comenzó a faltarle el aire por la impresión. Quizá si esto se lo hubiera dicho antes de conocer a Win, le habría echado los brazos al cuello y repetir el momento, pero esta vez simplemente deseó no haber cometido el grave error de caer en tentación y su corazón dio inicio a sus latidos erráticos.

Maldita sea. Puede que estuviera enamorándose de Win Metawin, pero el imbécil que estaba frente a él todavía ocupaba un lugar en su corazón.

—Ni en sueños volverá a ocurrir. Ahora vete, ¿de acuerdo? me has causado suficientes problemas.

—¿En verdad vas a intentar salir con ese tipo? —cuestionó Kao con el ceño fruncido.

—¿Habría algún problema si te digo que sí? —inquirió Earth, recuperando el aliento y se encaminó a la puerta.

—Es evidente que no te enamoraste de mí de manera genuina—gruñó Kao y lo interceptó nuevamente, bloqueándole el paso—porque de ser así, no te fijarías en el primer sujeto que se te cruza en frente y te sonríe.

—No pienso hablar de esto por milésima vez. Tú nunca me correspondiste, ¿acaso pensabas que iba a quedarme esperando por ti toda mi vida?

—No, pero... —Kao no supo que decir al respecto y luego alzó la mano para componerle el flequillo a Earth en la frente—no quiero dejarte ir. Tenemos algo especial y lo sabes.

—Sammy tiene razón. Eres como esos perros que no comen ni dejan comer, pero ya no más, Kao. Ya tuve suficiente contigo.

—Y si...—Kao titubeó y lo obligó a mirarlo a los ojos, sujetándolo de la barbilla. Earth notó que tenía las pupilas dilatadas y que le estaba costando demasiado expresarse— ¿y si te pido que me des una oportunidad?

Earth se quedó de piedra. Anonadado.

—¡Te mereces una ovación de pie, P'Kao!

La voz con un matiz de ironía de Sammy surgió, acompañada de aplausos sarcásticos.

SUNFLOWER SMILEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora