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VARIOS FLASHBACKS 3/4

MILE PHAKPHUM

Tras despedirse de Tontawan, la chica estrella de los famosos F4 versión Tailandia, Mile salió muy apurado del edificio de la GMMTV con la ilusión de poder llegar a su casa a dormir, tal como lo había planeado después de terminar sus pendientes con su respectiva serie.

Se montó en su motocicleta y se puso en marcha hacia la tranquilidad que tanto anhelaba. Aceptaba que había creado un caos en todos esos tontos, sin embargo, también logró solucionar los problemas y otros que no eran fáciles de tratar.

Al cabo de varios minutos, tuvo que detenerse a contestar una llamada. Se quitó el casco y vio la pantalla del teléfono. Era Tontawan.

Frunciendo el ceño, contestó.

—¿Estás bien? —fue lo que le dijo al atender la llamada, puesto que acababan de verse hacía un rato.

—Lo estoy, ¿tienes planes hoy?

Mile alzó ambas cejas, perplejo. Aceptaba que era muy atractiva pese a ser muy menor que él, pero al parecer, resultó ser claramente lanzada y sin vergüenza alguna.

—Sí, con mi cama—carraspeó, dándole el beneficio de la duda— ¿por qué?

—Suena interesante, ¿puedo unirme también a esa cita? —inquirió con un tono coqueto.

Mile rio y se rascó una ceja, muy impactado.

—¿Si te das cuenta que me estás haciendo una propuesta tentadora, a sabiendas que casi te llevo diez años en edad?

—Querer conocerte mejor, ¿está mal? —bromeó.

—No, pero querer hacerlo de esa manera sí. Hay otras formas.

—¿Cómo cuáles?

—Invitarte a cenar o ir al cine, lo normal, sin precipitarnos porque yo no estoy en la edad de jugar a ser novios rápidamente y luego tener problemas para posteriormente distanciarnos definitivamente—sentenció.

—¿Te parece si mañana salimos? —le propuso ella con entusiasmo.

—¿Cuál es el plan? —quiso saber Mile.

—Lo decidimos ahí mismo. Te veo en el centro comercial a las diez de la mañana—le dijo ella con voz cantarina antes de colgar.

Mile miró la pantalla del móvil con el ceño muy fruncido y se preguntó si había sido buena idea coquetearle a esa chiquilla en un principio.

Retomó el camino a su casa y en cuanto llegó, se despojó de su ropa y se lanzó de lleno a la suavidad de su cama.

Cerró los ojos, dispuesto a su deliciosa siesta, cuando de repente, sonó su teléfono. Maldijo entre dientes y estuvo a punto de declinar la llamada cuando se percató que era de la autora de la historia, Sasy. La había agendado antes de salir del edificio porque la chica insistió en ello, más no le dijo la razón.

Se aclaró la garganta y le contestó.

—¿Hola?

—¡Hola, Mile! —lo saludó con cierta emoción y timidez—soy Sasy, la autora...

—Sí, sé quién eres, me diste tu número hace un rato—rio él con amabilidad— ¿sucedió algo?

—No estoy de acuerdo con que hayas decidido salirte del proyecto.

—Eh...—él se rascó el cuello—les expliqué mis motivos personales por el que opté por rechazarlo.

—Comprendo. Pero aparte de crear un personaje extra, hice otro, que es simplemente un recurrente. No estarías en toda la historia, pero si en breves momentos y no vas a estar atado a venir todos los días a filmar.

SUNFLOWER SMILEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora