CAPÍTULO FINAL, PARTE I

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Tiempo atrás...

Beauty

Ella siempre pensó que su familia era perfecta. El claro ejemplo de una vida convencional y armoniosa. Se sintió tan orgullosa de ver a su hermano menor, Win Metawin, triunfando en la vida a través del espectáculo a nivel internacional.

Al principio estuvo en desacuerdo sobre el rol que tendría él en su primera serie debutante, pero al conocer a su compañero de reparto, Bright Vachirawit, se dio cuenta que no tenía por qué estar nerviosa o preocupada, puesto que ambos se hicieron mejores amigos, conservando su heterosexualidad; además de que Bright se vio ligeramente interesado en ella en cuanto la conoció. Pensó en darle una oportunidad, pero no quería enrarecer la atmósfera y hacer de la amistad de su hermano algo incómodo.

Se fue por un tiempo de viaje, a explorar algunos países vecinos porque había estado muy aburrida y necesitaba aclarar sus ideas para pensar bien en qué iba a dedicar su tiempo a partir de ese momento.

Y al volver, no imaginó que encontraría a su hermano babeando por un chico. Sí. Un chico y no Bright Vachirawit precisamente. Creyó que quizá solo era una amistad más íntima, hasta que le tocó verlos juntos en persona, luego de que Win se agarrara a golpes con otro actor famoso con tal de defender a ese chico extraño de apariencia femenina al que miraba con ojos de amor.

De buenas a primeras, al primer contacto que tuvo con ese chico, de nombre Earth Katsamonnat, que resultó ser muy famoso también en el género de series BL, le agradó. Intentó llevarse bien con él y se percató que su padre se hallaba mortificado por aquella situación; y más porque su hermano jamás se había revelado de esa manera tan rebelde con tal de defender a alguien que no fuera él mismo.

Una noche, cuando volvía a casa después de ir a cenar con unas amigas, encontró a una chica llorando desconsolada sentada en la acera, junto a su coche. Se miraba devastada y muy afectada. Era un llanto silencioso, pero los sollozos eran fuertes, al igual que el temblor de sus hombros ante semejante emoción desbordada.

—Disculpa, ¿estás bien? —se acuclilló a su lado con cautela y estiró la mano para palmearle el hombro con suavidad. La fémina negó con la cabeza sin levantar la cara, la cual estaba enterrada entre sus rodillas, las cuales mantenía abrazadas con los brazos— ¿quieres que llame a alguien para que venga por ti?

—No tengo a nadie a quién llamar—soltó un hipido.

—Claro que sí. Todos tenemos a alguien a quién recurrir cuando estamos mal.

—En mi caso no—sollozó y por fin volteó a verla—mis padres no viven aquí en Bangkok y mis amigos están ocupados, además, el chico que amo ama a alguien más y a mí me detesta.

Aquellas últimas palabras encendieron la curiosidad de Beauty. Se sintió identificada con su pesar porque le había ocurrido algo similar hacía dos años, pero logró superarlo con éxito.

—A veces pensamos que no podemos volver a fijarnos en alguien más porque estamos empeñadas de que no habrá otra persona mejor que la que amamos sin ser correspondidas, pero déjame decirte que es más que posible superar ese amor fallido y hallar el adecuado y perfecto. Además—la agarró de la barbilla para mirarla de frente. La chica parpadeó con los ojos llorosos—eres bonita. Cualquier chico caería a tus pies en un chasquido de dedos.

—Tienes razón en eso, pero el chico que quiero que caiga a mis pies, ya ha caído a los pies de otro.

—¿Otro? —frunció el ceño.

La chica asintió y otra oleada de lágrimas furiosas inundaron sus ojos.

—Resultó ser gay o bisexual, no lo sé. Pero yo lo amo.

SUNFLOWER SMILEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora