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SI ERES FAN DE KAOUP O SIMPLEMENTE FAN DE UP, TE RUEGO QUE TE RETIRES Y NO LEAS ESTE CAPÍTULO. 

NO ODIO A UP Y TAMPOCO ME AGRADA. LO QUE ESCRIBÍ ES PARTE DE LA TRAMA. PROHIBIDO EL HATE EN GENERAL O SERÁN BLOQUEADOS. 

Sin más que añadir, aquí les dejo el capítulo <3 



Pekín, China. 29 de diciembre del 2021.

Había transcurrido cerca de una semana desde que dejó atrás su país para tomarse un respiro en Pekín y se sentía realmente bien. La soledad le resultó beneficiosa y estimulante.

Había pasado Navidad en la habitación del hotel en el que se hospedó, viendo películas norteamericanas, acompañado de pizza y sodas. Todo lo que necesitaba. Le había llamado a su madre para saber cómo estaba y luego apagó su teléfono.

Por momentos se repetía a sí mismo que "estar solo" era lo que tanto necesitaba y que su estadía allí estaba siendo de gran ayuda, pero después una inmensa tristeza lo invadía, provocando que se deprimiera y llorara por las noches hasta quedarse dormido, extrañando con el alma a Earth Katsamonnat, a la única persona que amaba en el ámbito sentimental y que lo había hecho conocer el amor real y lo que se sentía ser correspondido y luego rechazado por idiota.

Algo que odiaba más que estar triste, era el hecho de haber sido tan imbécil de perder la oportunidad de ser feliz con ese chico. Tuvo su amor, su corazón, su lealtad, ¡Todo! Y por estúpido estaba pagando las consecuencias. Se lo merecía.

¡Merecía tener el corazón destrozado!

Pero le dolía demasiado que en instantes pensaba que iba a detenerse su corazón ante sus pensamientos autodestructivos y negativos en su totalidad.

Hecho un ovillo desde la noche anterior, despertó gracias a que alguien estaba golpeando la puerta y abrió los ojos con hostilidad, ardiéndole por el sol que entraba desde la ventana, la cual había olvidado cerrar con las cortinas. Gruñó y se obligó a deslizarse fuera de la cama con aire huraño. Atravesó la habitación y se asomó a través del agujero de la puerta para ver quién era, ya que él no solía pedir nada a la habitación.

Era su intérprete personal que contrató en cuanto llegó y frunció el ceño. ¿Qué diablos hacia él allí? No lo había llamado para nada.

A regañadientes abrió unos cuantos centímetros de la puerta y asomó la mitad de la cara.

—¿Qué sucede? —su voz sonó grave por el sueño.

—Joven Noppakao, buen día—lo saludó alegremente y Kao advirtió que el sujeto, que era solo cinco años mayor que él, yacía pulcramente duchado y vestido para salir—¿puedo pasar?

—¿Qué hora es? —masculló Kao, azorado.

El intérprete le echó un vistazo a su reloj en la muñeca.

—Las once y media de la mañana.

Kao resopló y le cedió el paso al interior.

El intérprete tenía 32 años, era mitad chino, mitad tailandés, con ascendencia vietnamita y hablaba varios idiomas aparte del chino, tailandés, vietnamita e inglés, por lo que era muy solicitado por los turistas. Y se había autollamado como Steve para evitar los problemas de pronunciación de su nombre.

—Sé que no dio indicaciones para hoy, pero me tomé el atrevimiento de venir a buscarlo y proponerle ir en unas horas a un recorrido a la ciudad con varios turistas que están hospedados en el hotel—de alguna parte de su ropa, extrajo un folleto del tour que brindaba el hotel sin costo adicional—hay dos autobuses especiales, joven Noppakao, por si se anima a ir—esbozó una sonrisa animada—además, como su intérprete personal, es mi deber darle el mayor conocimiento de Pekín y en todo lo que usted desee.

SUNFLOWER SMILEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora