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— ¿Qué? ¿Dijiste «besos»? ¡¿Te refieres que no fue solo una vez que se besaron sin estar actuando?! —Perth se escandalizó y en ese momento, Kao se percató que había hablado de más y se llevó una mano a la frente, pensando en que había cavado su propia tumba. Él solito se echó la soga al cuello.

La razón por la que Kao no se dio de golpes a sí mismo fue simple y sencillamente por su orgullo. Reconoció de inmediato que había hablado de más, pero ya no estaba como para darle explicaciones a una persona que no lo merecía.

Descruzando los brazos, cuadró los hombros y aunque sintió un leve mareo por la ebriedad, se dirigió a la puerta donde yacía uno de los mejores amigos de Earth, observándolo con intensidad y muy perturbado por lo que acababa de ventilar.

—Muévete—le ladró, irritado.

Perth Tanapon no movió ningún músculo y enfrentó la mirada de Kao con arrogancia.

—No creas que te librarás tan fácilmente de mí—le espetó de vuelta el chico. La diferencia de altura era grande, pero no le importó.

—Claro, como me importa demasiado tu opinión—ironizó Kao con una sonrisa burlona y luego se puso serio—hablo en serio, apártate de la maldita puerta o no me contendré. Desde que te conocí, te traigo entre ceja y ceja, Perth Tanapon.

—Vaya, te felicito por coincidir en el mismo desprecio hacia los dos—añadió Perth—pero no me moveré de aquí hasta que me expliques con lujo de detalles lo que dijiste hace un momento.

—No te daré explicaciones de mis actos—dicho eso, Kao agarró Perth de las solapas de su traje y lo embistió con fuerza en la puerta; y acercó peligrosamente su rostro al suyo con fiereza—última advertencia, Tanapon, muévete o yo lo haré a mi manera.

Entonces el chico aun sabiendo que estaba acorralado y a merced de ese lunático, reunió el valor suficiente para asestarle un puñetazo de lleno en la mandíbula con todas sus fuerzas, ganando así, tiempo para paralizarlo. Kao lo soltó para limpiarse el hilillo de sangre que salió de su boca y miró a Perth con desprecio y rabia contenida, pero antes de poder golpearlo de vuelta, el chico le dio una patada en el estómago que lo hizo caer de espaldas al suelo del sanitario. Pese a que Kao quedó sin aire, consiguió arreglárselas para tomar a Perth de las piernas y embestirlo con sus hombros y hacerle perder el equilibrio.

Perth cayó hacia atrás y se golpeó fuertemente la cabeza con el pomo de la puerta. Por un segundo; Kao pensó que lo había asesinado, pero al verlo gemir de dolor y contorsionarse en el suelo, dedujo que estaría bien con una Aspirina.

La pelea más ridícula y patética de su vida, pensó Kao antes de abrir la puerta del sanitario de golpe y salir con un dolor insoportable en el estómago y con dificultad para respirar.

El primero en darse cuenta de todo fue Gulf. El chico se alteró y el resto del grupo sintió como el alcohol abandonaba su organismo al ver semejante escena. Kao estaba por dejarse caer a la silla, cuando Perth le pateó el asiento y se le fue encima con un zapato en la mano.

— ¡Basta, Perth! —gritó Gulf, agarrándolo por la espalda y se percató que de la cabeza de Perth escurría sangre. Su traje tenía una mancha roja que iba agrandándose a medida que pasaban los segundos— ¡Talay, sostenlo!

Talay, Tommy, War y Kacha corrieron a sostener a Perth y alejarlo de Kao, mientras que Gulf y los otros se hicieron cargo de Kao, a quién le faltaba el aire nuevamente y tosía con desesperación.

—Llamaré una ambulancia—objetó War, comenzando a marcar el número de emergencias, pero Tommy le quitó el teléfono— ¿qué haces?

— ¿Acaso estás loco? Si llamas a emergencias, se sabrá todo esto. Lo mejor será llevarlos al hospital rápido.

SUNFLOWER SMILEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora