50

388 50 43
                                    


Las ganas repentinas de llorar no fueron porque aun tuviera algún tipo de cariño por ese idiota, sino por la manera en la que los problemas iban apareciendo en su vida cuando pensaba que todo estaba comenzando a solucionarse. Terminaba de saltar un obstáculo para mantener su estabilidad emocional nivelada y de pronto uno más grande aparecía.

¿Qué diablos hacía Jay allí, después de tanto tiempo de no verlo y exclusivamente en aquel hospital muy prestigiado, que solo las personas con alto estatus económico asistían?

De un empujón, se liberó de su agarre con rabia.

—¿Podemos ir a alguna parte a hablar? —preguntó Jay. Él no había cambiado en lo absoluto, seguía siendo el mismo, tanto por dentro y por fuera. Earth, en medio de su enfado, quiso reír al darse cuenta que había estado ciego en el pasado como para haberle dado una oportunidad a ese cretino.

—Estoy ocupado y no tenemos nada de qué hablar. Lo nuestro se terminó hace siglos—dramatizó—y si me disculpas, mi novio está esperándome en el estacionamiento.

—¿Novio? —Jay entornó los ojos—entonces, ¿si se te hizo con ese tal Noppakao?

—¿Qué sabes tú de todo eso? —musitó Earth, con cólera.

—Aunque no podía localizarte como era debido y tu empresa me había vetado de por vida a sus instalaciones, me dediqué a seguirte a través de las redes sociales, involucrándome con tus fans de manera incógnita, ya que me odian—vaciló—y por lo que entendí, también estuviste como shipp con otro chico muy menor que tú, pero asumo que él no es tu novio ahora, ¿verdad?

—No sé por qué sigo escuchándote decir estupideces. Me marcho—Earth giró sobre sus talones, decidido a dejarlo parado, pero Jay corrió a colocarse frente a él—apártate o lo lamentarás.

—Hay muchos rumores sobre los consentidos de la GMMTV y tú—sentenció—¿es con uno de ellos? ¿Es Bright Vachirawit o Win Metawin?

No obstante, a Earth le entró una crisis de risa psicótica, haciendo que Jay parpadeara, confuso.

—Eso no te incumbe. Déjame en paz.

—Al menos acepta salir conmigo para hablar—lo retuvo una vez más, pero sin tocarlo. Earth se quedó parado, dándole la espalda—lo que menos quiero es hacerte otra vez daño.

—Para hacerme daño, Jay—repuso Earth, mirándolo por encima del hombro con orgullo—tienes que volver a importarme y eso, querido ex novio, jamás pasará.

Y acto seguido, Earth reanudó la marcha en dirección al estacionamiento. Se relajó al ver que Jay no lo siguió. Le latía con fuerza el corazón, pero no por ese idiota, más bien porque había tenido el valor suficiente de mandarlo al carajo con dignidad, algo que no pudo hacer en el pasado.

Regresó con Beauty y con Win con la mejor de sus sonrisas.

—Estaba debajo de la almohada.

—Muchas gracias...—Win lo miró con detenimiento—tienes la piel enrojecida alrededor de los ojos y nariz... espera, ¿lloraste?

—¿Llorar? No, ¿Cómo crees? —rio, nervioso—estaban haciendo limpieza y el cloro irritó mis ojos.

Win, claramente no le creyó ni una sola palabra, pero no insistió. Había aprendido a darle su espacio y esperar.

Beauty echó a andar el Jeep rumbo a su residencia, poniendo música pop para armonizar el ambiente y se la pasó cantando todo el camino muy animada, mientras su hermano y su prospecto yacían atrás, en silencio y mirando por sus respectivas ventanas con aire taciturno.

SUNFLOWER SMILEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora