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La felicidad que sintió Win Metawin fue indescriptible. Earth Katsamonnat lo había aceptado de nuevo en su vida, pese a los problemas que le causó y de haberle roto el corazón cuando apenas estaban comenzando a conocerse.

La mirada del chico de sonrisa tierna lo desarmó. Tenía los ojos muy abiertos, las mejillas sonrosadas y los labios entreabiertos, respirando dificultosamente luego de haberle dado la respuesta definitiva. La audiencia que estaba al pendiente del concierto de BlackPink y las propias chicas del grupo de Kpop, se hallaban a la espera de algo significativo; puesto que no se dieron cuenta del candado y la respuesta incluida de Earth.

No quería dar un espectáculo a todas esas personas, pero ahora ese chico tan tierno era nuevamente su novio y podía besarlo otra vez cuando quisiera.

Dejó su mente en blanco y en vez de pensarlo una vez más, se acercó a él, lo tomó del mentón y de la cintura, atrayéndolo a su cuerpo y estampó sus labios sobre los suyos.

Aquel arrebato íntimo provocó la histeria del otro lado de la pantalla de la TV, pero a ninguno de los dos le importó. Earth rodeó el cuello de Win y se puso de puntillas para intensificar aquel anhelado beso que tanto había deseado darle esa noche.

—¡Le dio el sí! —canturreó Lisa desde el otro lado de la pantalla y a continuación, una serie de aplausos y grititos de emoción por parte de sus compañeras de grupo surgió, cohibiendo a la parejita.

A Earth le entraron unas irreparables ganas de reír por la vergüenza. Su ídola lo había visto besarse con semejante chico y, aun así, ella estaba el doble de emocionada que él. ¡Vaya espectáculo!

—Muchas gracias por ayudarme—dijo Win, muy agradecido con ella y las demás—no sabía como decírselo, pero al final de cuentas, él también planeaba lo mismo—enseñó el candado amarillo en forma de corazón y la llave verde en la pantalla. A Earth le pareció curioso porque estaban desde la TV, sin embargo, se percató que el teléfono de Win estaba trasmitiéndolo en vivo.

—Para nosotras siempre será un placer—añadió Lisa muy eufórica—muchísimas felicidades a los dos, Win Metawin y Earth Katsamonnat.

El par de jóvenes se despidieron de ellas para volver al anonimato en la pantalla principal del concierto y Win terminó el LIVE también de su móvil.

Continuaron con el show, mientras que ambos, envueltos en el nerviosismo, apenas y se movían en su sitio. ¿Qué les pasaba?

De fondo, se escuchaban los sonidos de los fuegos artificiales afuera, señal de que ya era oficialmente el 2022.

—P'Win...

—N'Earth...

Hablaron al mismo tiempo y sonrieron tímidamente al cruzar las miradas.

—Tu primero—le instó Win, ruborizado.

Earth se revolvió inquieto sobre la cálida alfombra y alzó la mirada a él.

—Hace algunos meses, jamás imaginé estar dándole la bienvenida al año nuevo contigo—comenzó a decir el chico de sonrisa tierna—de tantas personas con quién imaginé estar en este momento, no pensé que serías tú y me siento afortunado. El gran Win Metawin, pasando una noche importante conmigo, ¡Parece tan irreal!

Win se pudo relajar gracias a las palabras de Earth porque se dio cuenta que su chico también se sentía como él, puesto que ninguno de los dos esperaba declarársele al otro al mismo tiempo.

—¿Y crees que yo si me lo imaginé? —ladeó la cabeza, sonriéndole coquetamente—hasta horas antes de verte en aquella gala, pensaba que me gustaban únicamente las chicas y de pronto apareciste.

SUNFLOWER SMILEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora