PRÓLOGO

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Historia registrada en Safe Creative

Código: 1503293712395

PROHIBIDA su adaptación, se denunciará cualquier tipo de plagio por más mínimo que sea.

ESCRIBÍ ESTA HISTORIA PARA QUE FUERA LA SEGUNDA PARTE DE BESOS CON SABOR A MUERTE, PERO NO ME GUSTÓ EL RESULTADO FINAL. POR ESO SE QUEDARÁ COMO UNA VERSIÓN ALTERNATIVA Y NO COMO UNA OFICIAL.

*****

[Andrew]

- Chicos guarden silencio por favor -pide el profesor intentando mantener el orden en aquella escandalosa clase, cuando todos toman asiento y ponen su atención en el profesor este me mira-. Este es su nuevo compañero; Andrew Campbell, se acaba de mudar a nuestra ciudad y estará con ustedes a partir de hoy.

- ¡Bienvenido! -dicen todos al unísono.

- Espero te sientas cómodo Andrew.

No respondo simplemente me dispongo a ir hacia mi pupitre y sentarme, suspiro con fastidio y miro por la ventana mientras la clase pasa poco a poco. Me concentro en mí y mis pensamientos sin prestar atención a la aburrida clase hasta que escucho mi nombre.

- Andrew -me llama el profesor de biología.

- Dígame -respondo dirigiendo mi mirada hacia él.

- Harás pareja con Gretel para el trabajo ya que la señorita ha rechazado a todos sus compañeros -dice mirando hacia la parte contraria de donde me encuentro y hago lo mismo encontrándome con una chica de largo cabello oscuro que mira al profesor con molestia.

- ¿No podría hacerlo solo? -pregunto pensando que cualquier compañía seria fastidioso.

- ¿Solo? -repite él y alza la ceja.

- Sí, prefiero solo y que no me estorben -digo mirando con seriedad al profesor y este arruga su entrecejo.

- Bueno, veo que los dos se creen por encima de los demás, serán una pareja perfecta -puedo notar la molestia en sus palabras. Miro a la chica por unos segundos y ella a mí algo confundida.

- ¿Para cuándo es el trabajo? -pregunto ya que no estaba prestando atención con anterioridad.

- Para dentro de tres días, les sugiero que se den prisa, pero... ¡Perdonen! Si ustedes dos son unos súper dotados -dice con ironía.

- Se lo traeré mañana mismo... traeremos -sonrío con aire de superioridad y el profesor me mira airado.

En cuanto se escucha el timbre de cambio de clase, tomo mis cosas de inmediato para salir de ese lugar sin tener que cruzar palabra de nuevo con nadie, pero antes de poder cumplir mi cometido siento una presencia a mis espaldas.

Me giro y encuentro con una chica de piel blanca, pelo negro y fríos ojos grises a quien ubico como mi compañera de proyecto. No muy interesado en ella le miro esperando a que hable.

- Hagamos el trabajo hoy mismo, quiero terminar con esto pronto. -dice con impaciencia. Me giro tomo mi mochila y me dirijo a la salida, ella bufa molesta y me da alcance-. ¿Es que no me escuchaste?

- Iremos a mi casa, hacemos el trabajo y te vas -digo mirándola de reojo, ella abre la boca para decir algo, pero no lo hace.

- Bien.

Sin decir más ella se da la vuelta y se marcha dejándome solo como deseaba estar. Al término del día escolar, salgo del colegio y me encuentro a la chica esperándome. Paso por su lado sin mirarle ni decirle nada, ella me sigue cuando ve que he pasado de ella, está enojada, pero no me interesa.

- ¿Sobre que piensas hacer el trabajo? -pregunta de mala manera mientras caminamos hacia mi casa.

- Reacción de las heridas en el cuerpo humano -contesto sin mucho interés.

- Heridas... ¿Cómo cortes, apuñalamiento y tal?-la miro antes de contestar, sus palabras muestran una repentina emoción y sus ojos acogen un brillo que hacía poco no tenían.

- De bala, tortura etc. hablaremos de que es el dolor para el cuerpo.

- El dolor... -saborea la palabra en su boca y se queda pensativa unos segundos, parece interesarle el tema lo que resulta extraño para una chica de su edad.

Llegamos a mi casa, no hay nadie así que subimos a mi habitación, al entrar lo primero que hace la chica es mirar las espadas colgadas sobre la pared.

- ¿Son tuyas? -pregunta.

- Sí.

- Mi hermana también tiene afición por la katanas -dice pensativa.

- Empecemos el trabajo -digo ya harto de tener a alguien en mi compañía.

Mientras estamos haciendo el trabajo, noto gran interés en la sangre por parte de aquella niña, al principio no le pongo mucha importancia, pero cuando me percato de la excitación que le provoca el tema de la tortura y esa notable atracción por la sangre le presto más atención.

Cuando acabamos la acompaño hasta la puerta.

- ¿Cuál era tu nombre? -pregunto ahora con un ardiente interés en ella.

- Gretel -responde con una sonrisa ladeada para después irse.

Sonrío para mi mismo al pensar que si esta chica tiene lo que yo pienso... ¡Será perfecta!

- Gretel, ese será el último nombre que muchos escuchen -me digo para después dibujar una sonrisa victoriosa en mi rostro-. Además siempre he querido saber cuan de débil es la mente de un psicópata.

*****

¿Que les ha parecido esta pequeña introducción? espero les guste por que las cosas se ponen buenas e intensas... :3

Beso Letal (18+)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora