[As]
La ira que siento en estos momentos será muy difícil de sesear, nunca creí que sentiría este verdadero deseo de matar a la pequeña idiota con tanta intensidad. Realmente pensé que ella no se atrevería a traicionarme de esa manera. Nunca imaginé que iría en contra de lo que es una ley inquebrantable entre nosotros; ella es mía y no puede ser de nadie más. ¡De nadie! No quiero pensar en que se ha dejado tocar por otro hombre, eso aumenta la ira que siento a un nivel que ya no puedo controlar, es tanto así que temo ser capaz de matarla.
Camino despacio entre la oscuridad de la casa, a través de la máscara miro su silueta dirigirse hacia la concina, mis ojos la escanean, viendo que solo lleva una camiseta de hombre, una que no es mía. El significado de eso hace que mi mente se nuble de rabia, no pienso en otra cosa que matar al maldito que la ha tocado y eliminar cada mínimo rastro de su esencia del cuerpo de ella.
Mis ojos se posan sobre otra figura, mis puños aprietan se cierran con fuerza, alisto el cuchillo y camino muy sigilosamente hacia ellos. Veo como Aisa toma un cuchillo en sus manos, el tipo parece algo confuso, pero no le doy tiempo a analizar nada cuando llego detrás de él colocando el cuchillo en su cuello. Podría solo rebanar su cabeza y ya, pero no, él debe sufrir mucho más y debo dejarle claro que yo soy el único con derecho a tocar a esa idiota. Veo como los ojos de ella se abren con terror cuando me ve salir de la oscuridad.
— Te has estado portando realmente mal pequeña —dijo y le veo estremecerse. Me distraigo viéndola y no me doy cuenta cuando el maldito bastardo se zafa rápidamente con un movimiento bastante ágil, saliendo mi alcance. Sonrío al ver que lo rápido que reaccionó, sus reflejos son de aplaudir, pero no volveré a perder nunca más, ni contra él ni contra nadie.
— ¿Quién demonios eres tú? —pregunta viéndome de pies a cabeza, sonrío y retiro la máscara, al parecer Aisa le ha estado hablando de mí pues por su mirada puedo notar que sabe exactamente quién soy.
— Sabía que darías problemas tarde o temprano —dice y se coloca frente a la pequeña, ocultándola de mí con su cuerpo de manera protectora.
— El único problema aquí lo ocasionas tú —escupo con furia—. Has puesto tus manos sobre mí mujer —digo apretando con fuerza la quijada y dándole énfasis al "mí"—. no dejaré que salgas viva de esta —sentencio.
— As por favor... —escucho decir a la pequeña, pero su voz lo único que hace es aumentar el odio que en estos momentos siento. Pongo mis ojos sobre ella y se queda callada ante la mirada tan fría y dura que le dedico.
— A ti pequeña idiota voy a dejarte claro de manera definitiva a quien es que perteneces. —digo lentamente, sin dejar espacio para la duda en mis palabras.
— ¡No vas a tocarla! —exclama el imbécil quitando el cuchillo de la mano de ella para amenazar con él —. Aisa ahora es mi mujer y no voy a dejar que pongas una mano sobre ella, la protegeré aunque me cueste la vida. —sus palabras provocan un sentimiento demasiado amargo. Comprobar que ella realmente se entregó a él hace que desee intensamente matarles a ambos. Cierro los ojos y suspiro profundamente intentando no irme a tal extremo. Toda la ira que siento la dejaré caer sobre todo en él, aunque ella no se va a salvar.
— Comienzo a sentir pena por ti —digo soltando una carcajada, no quiero que se note como es que me han afectado sus palabras—. Intentas proteger a una persona que no desea ser protegida. Ella es mía, ella me ama, a ella le gusta ser tocada por mí. Aunque está siendo un poco rebelde la única verdad es que de entre los dos, ella me prefiere a mí que a ti. —digo con completa seguridad—. Así que morirás por una estúpida razón.
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Beso Letal (18+)
Mystery / ThrillerESTA HISTORIA ES UNA VERSIÓN ALTERNATIVA DE LA SEGUNDA PARTE DE BESOS CON SABOR A MUERTE. NO ES OFICIAL. * ESTA HISTORIA CONTIENE ESCENAS DE VIOLENCIA EXPLICITA, DE SADISMO, MASOQUISMO Y CONTENIDO ERÓTICO... TOMEN PRECAUCIONES Crédito de la hermosa...