Cap 26.- "¿Quieres jugar?... ¡Juguemos!"

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Capítulo dedicado a Naysha Maylle

[Aisa]

Cierro los ojos y un grito escapa de mi garganta cuando el arma es disparada. La bala pasa cerca de mí, pero en ningún momento me toca. Abro los ojos viendo su sádica mirada. Ahora parece un demonio hambriento de almas. En realidad es un demonio que quiere llevarse mi alma a través de mi sangre. Doy un paso atrás y sonrío justo antes de comenzar a correr lejos de él, no es que necesite escapar, es solo que entiendo su juego y no me dejaré ganar.

As no viene detrás de mí al instante, pienso que me está dando ventaja, sonrío de saber que él no se imagina lo que le espera. Llevo solo unos veinte metros de distancia recorridos cuando escucho sus pisadas acercarse velozmente. Mi corazón se acelera y sin pensarlo mucho doy vuelta a la derecha abriendome paso entre las ramas que se enredan en mi ropa y mi cabello, sigo derecho unos diez metros y doy vuelta a la izquierda y tras unos metros más nuevamente giro a la izquierda, no estoy muy segura de lo que hago, yo solo busco una oportunidad de poner en marcha mis planes. Corro tan rápido como mis piernas me lo permiten, siento el acelerado palpitar de mi corazón retumbando en mi cabeza. En los últimos minutos he estado girando cada tantos metros, no escucho que As venga detrás de mí, tal vez porque solo escucho mi agitada respiración o con suerte es porque ya lo perdí. Finalmente decido detenerme, me escondo rápidamente detrás de un árbol y jadeo con descontrol. Me pongo paranoica al sentir que aún está detrás de mí y qué de un segundo a otro ya tendré su cuchillo en alguna parte de mi cuerpo. Rápidamente saco el cuchillo que guardo en mi bolso y lo aprieto con fuerza. De un momento a otro esto no se siente como un juego, tengo la sensación de que en verdad mi vida está en juego.

— Calmate, él no va a matarte — me susurro intentando tranquilizar mis nervios. Me pongo alerta y agudizo mis sentidos para escuchar y ver lo que sucede a mi alrededor. Un par de minutos después, todo lo que me rodea es tranquilidad. No escucho pasos o sonidos sospechosos, solo el viento moviendo las copas de los altos árboles y el canto de los pajarillos. Alzo la cabeza recorriendo el tronco del árbol en el que estoy recargada, llego hasta sus altas ramas y las veo mecerse dejando ver un fragmentado cielo azul. Los rayos del sol se cuelan entre las hojas; todo en conjunto en simplemente hermoso, tranquilo y muy relajante.

Dejo de distraerme con la bella naturaleza y me pongo en guardia, miro a mi alrededor buscando cuidadosamente cualquier cosa o movimiento sospechoso. No sé si As está observándome desde algún lugar cercano o si realmente lo he perdido. Decido dejar mi pequeño escondite y comienzo a caminar lentamente, las hojas secas crujen debajo de mis pies y dicho sonido me pone nerviosa, así que intento caminar haciendo el menor ruido posible.

A cada paso que doy mi corazón late más rápido, quiero tranquilizarme, pero no puedo, me siento como una presa siendo asechada. Cada sonido que se escucha me hace girar la cabeza a una velocidad increíble, pero lo único que veo son árboles y más árboles.

— Creo que estoy perdida... ¡Genial!

Vuelvo a detenerme y me recargo en un árbol pensando en como debo actuar, doy un Respingo cuando siento un leve golpe en mi hombro, me calmo al instante al ver que solo es una pequeña piña que ha caído del árbol. Miro el suelo a mi alrededor y veo docenas de éstas, sonrío al tener una idea. Rápidamente me hinco y me pongo a meter las pequeñas piñas a mi bolso. Sigo en eso cuando el sonido de hojas secas crujiendo me hacen determe. Mi corazón se acelera al darme cuenta que son pisadas. Me arrastro cuidadosamente y me escondo entre la maleza del lugar. Las pisadas se escuchan cada vez más cerca y pronto tengo a As en mi campo de visión. Sonrío al ver su rostro malhumorado, es obvio que no esperaba perderme de esa manera, noto como aprieta su cuchillo con fuerza y mi sonrisa se borra; entre más lo moleste mi castigo será peor. Oh, sí que lo sé, pero no pienso detenerme y ponérsela fácil. As se detiene a unos cinco metros de mí y mira a su alrededor, yo intento hacerme más pequeñita en mi lugar y al ver que da un paso hacia donde estoy cierro los ojos, como si eso fuera a ayudar a que no me vea. Sujeto con firmeza mi cuchillo y al abrir los ojos mi corazón nuevamente se acelera al ver que ya no está. Me alarmo un poco al haberle perdido de vista; se esfumó y ni siquiera lo escuché marcharse.

Beso Letal (18+)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora