Cap 41.- II

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Gretel

Aún incapaz de creer en las palabras de Andrew, le miro con los labios ligeramente abiertos, muchas razones que pueden explicar su comportamiento pasan por mi cabeza, pero cada una tiene menos sentido que la otra. Él ríe con mi reacción y veo como esculca en el bolsillo de su pantalón y saca una pequeña caja color rosa.   

— Viniste a comprar esto, ¿no es así? —miro la caja con las pequeñas pastillas sobre su mano y no puedo ocultar la sorpresa— Sabía que vendrías a comprarlas, tómalas. 

— ¿Cómo sabías? 

— Yo lo sé todo 

— ¿Y también eres siempre así de descuidado? —pregunto mirándole con desconfianza. 

— Yo no soy descuidado. 

— ¿Entonces? 

— Solo tómalas —sin más tomo las pastillas y las observo, esto es demasiado raro y es escalofriante que él realmente haya leído mis movimientos de antemano. 

— Bien, gracias ahora necesito agua. 

— Vayamos a comprarla. —caminamos en silencio hasta un puesto donde venden botellas de agua, compro una y me tomo las pastillas desechando la caja. 

— ¿Ya estás tranquila? 

— Un poco, pero no entiendo tanta amabilidad de tu parte, hasta compraste las pastillas. 

— Las cosas están saliendo como deseo, estoy de buen humor. 

— Es extraño verte así. 

— No es la gran cosa ¿Cómo te recibieron tus hermanos? 

— No lo sé, Aisa está feliz de que haya vuelta, pero actúa de una manera demasiado desconcertante. Me asusta. Y Dominik, bueno no parecía muy feliz de verme, pero creo que las cosas están tranquilas. 

— ¿Regresarás con ellos a su casa? 

— Aún no sé donde vamos a quedarnos, creo que tanto nuestra casa como el departamento ya no son seguros, pero no he hablado de ello con Dominik. 

— Puedes quedarte conmigo si deseas. 

— No gracias, no volveré a dejar a Aisa. 

— Bien, si estás cómoda no hay problema. 

— Estaría más cómoda si Dominik no estuviera ahí, en fin debo irme ya. 

— Te llevo. 

— ¡No! 

— Tengo hablar con tu hermano. 

— Te odia, intentará matarte en cuanto te vea. 

— Es importante y no puede matarme aunque quiera. 

— ¿Qué es importante? 

— Lo sabrás cuando estemos allá. 

— Dominik no quiere verte. 

— Lo sé, pero lo que tengo que decirle es algo que le conviene, a los dos les conviene. Prometo que no lo mataré aunque me ataque así que no te preocupes. Ahora vamos —una vez más me jala para hacerme ir tras él.

Llegamos a donde tiene la moto, me pasa un casco y tras montarse me hace una seña para que haga lo mismo. Miro el casco pensando en que fue Enid quien de seguro trajo la moto.

— ¿Dónde está ella? 

— ¿Quién? 

— Tu noviecita. 

Beso Letal (18+)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora