[Gretel]
Abro lentamente los ojos encontrándome con un techo desconocido, me reclino de inmediato, pero el hacerlo fue una mala idea ya que siento un terrible dolor en mi vientre y caigo de rodillas vomitando. Jadeo por la desagradable sensación, siempre he odiado vomitar.
De manera inconsciente, llevo mis manos a mi estómago teniendo todavía la ligera impresión de estar siendo diseccionada. ¿Qué demonios fue lo que pasó? Lo último que recuerdo es esa desagradable sensación de estar siendo cercenada viva.
— ¡Maldito Andrew! –grito sintiéndome completamente humillada, nunca me había sentido así de débil y vulnerable. No sé exactamente que hizo, pero él tiene la culpa.
Me pongo de pie con las piernas todas temblorosas, entro al pequeño cuarto de baño, me lavo la boca y me mojo la cara. No hay espejo por lo que no puedo apreciar mi apariencia, pero estoy segura de que es fatal.
— ¡Me las vas a pagar Andrew!
Sintiéndome del asco salgo del lugar, apenas está por amanecer y el fresco me ayuda a reavivarme. Voy en busca de la moto de mi hermano, no me siento bien como para manejarla, pero no tengo más opción. Arrastro la moto hasta el exterior, subo en ella y salgo a toda velocidad.
Para cuando llego a casa el sol ha salido completamente, pero no hay rastros de Aisa, cosa que agradezco. Entro rápidamente y me dirijo a mi habitación, lo primero que hago es ir al baño y al mirar mis ojos a través del espejo siento una fuerte punzada que me hace doblarme, mi respiración se acelera y de nueva cuenta tengo ganas de vomitar, por fortuna no lo hago. Con cuidado me reclino apoyándome en el lavamanos. Me miro una vez más, al espejo.
Lagrimas salen de mis ojos al verme, al ver mis grises ojos. Estos están hundidos, apagados, como si no hubiera vida en ellos. Mi piel está más pálida de lo normal y mis labios están resecos y agrietados.
Llevo lentamente mis manos a mi cuello donde hay sangre seca y feas marcas que dejaron mis uñas sobre mi piel. Reprimo un gemido lleno de desesperación, por más que intento reprimir las lágrimas estas no dejan de caer.
No es mi repugnante apariencia lo que más me afecta, no. Es el hecho de que al mirarme a los ojos no puedo evitar llenarme de miedo...
Miedo de mí misma.
Deseando sacar las imágenes que atormentan mi cabeza, retiro la vista del espejo. Me quito la ensangrentada ropa, tal vez por ser negra no se nota mucho, pero la sangre ahí está. Entro a la ducha, jadeo cuando el agua helada cae sobre mi piel y la recorre. Tallo con algo de desesperación la sangre de mi cuello, siento el dolor, pero no me importa. La sangre se desliza y se va por la coladera.
Cuando he eliminado todo rastro de sangre, cierro la llave del agua, toco mi estómago sintiendo la sensación de esas manos en mi interior, las imágenes vienen y me golpean, las lágrimas siguen cayendo en picada una tras otra. Gimo por la frustración ¿Qué demonios fue lo que me hizo ese imbécil?
Después de envolverme en una toalla salgo del cuarto de baño, sin secar mi cuerpo y cabello como es debido me dejo caer en la cama donde me hago bolita. Muerdo mis labios que no dejan de temblar por el miedo que siento.
¿Por qué tengo miedo?
Me quedo sobre la cama mirando hacia la nada, no quiero cerrar los ojos, pues al hacerlo las imágenes de Dominik y mi pequeña yo aparecen, ambos sonriendo, ambos con esa sed de sangre casi palpable.
¿Hay alguna razón lógica para soñar que muero en mis propias manos y en las de mi hermano?
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Beso Letal (18+)
Mystery / ThrillerESTA HISTORIA ES UNA VERSIÓN ALTERNATIVA DE LA SEGUNDA PARTE DE BESOS CON SABOR A MUERTE. NO ES OFICIAL. * ESTA HISTORIA CONTIENE ESCENAS DE VIOLENCIA EXPLICITA, DE SADISMO, MASOQUISMO Y CONTENIDO ERÓTICO... TOMEN PRECAUCIONES Crédito de la hermosa...