Beso Letal (18+)

Cap.-20 "Parte II"

[As]

Miro toda la habitación cerciorándome de que no halla más rastros de sangre, al ver que todo está más que limpio salgo de ahí. Tuve que hacer un gran trabajo deshaciéndome de los deshechos del cuerpo de Hana, ahora su presencia en este lugar ha desaparecido completamente. No hay ni un solo rastro de que ella estuvo aquí.

Camino hacia la sala y me dejo caer pesadamente sobre uno de los sillones mientras veo el oscuro cielo a través del gran ventanal. Gimo con frustración y pongo mis brazos sobre mi rostro tapando mis ojos.

Las palabras de Gretel no dejan de dar vueltas en mi cabeza. ¿Cómo es posible que ella me haya dicho esas cosas? No puedo creerlo aún y menos aceptarlas. No, por supuesto que no dejaré que me eche así como así de su vida y de la de Aisa. Sé que no tengo derecho, sé que ella tiene razón, pero también sé que soy demasiado imbécil y egoísta como para alejarme de ellas.

Toda mi vida está construida de estúpidas decisiones y error tras error, siempre tomo el camino incorrecto y la mayoría de las veces es por decisión propia y son pocas las acciones de las que me arrepiento y muchas en las que me complazco, por ejemplo haber dejado entrar a Aisa en mi vida. Fue un error, lo admito, pero el mejor de todos, ya está hecho, no hay vuelta atrás. Le di la oportunidad de que se alejara de mí y ella decidió quedarse a mi lado sabiendo lo que eso representa, así que no la dejaré librarse tan fácilmente. No importa lo que tenga que hacer ni hasta donde deba llegar, ella va a estar a mi lado hasta el final. De eso me encargo yo.

Tomo una ducha y después de alistarme salgo rumbo al hospital. En recepción pregunto por ella y me dan su número de habitación. Subo por las escaleras y me escabullo con cuidado de no encontrarme con Gretel. Cuando llego me quedo parado en el pasillo a varios metros de la habitación al ver a un par de policías fuera de esta. Gretel sale de la habitación y ambos policías entran.

— ¿Dominik? —la repentina voz hace que sienta escalofríos correr por mi cuerpo. Me giro y me encuentro con la amiga de Aisa cuyo nombre ya olvidé.

— Hey...

— ¿Por qué no has venido a ver a Aisa antes? —me reprocha.

— Estaba ocupado.

— No sé que es más importante que ella —dice mirándome mal, pero la ignoro al darme cuenta de que Gretel se ha percatado de mi presencia.

— ¿Por qué han estrado esos policías a la habitación de Aisa?

— ¿No es obvio? Intentas averiguar quién la atacó. —la amiga de Aisa se queda pensativa y después abre los ojos mirándome fijamente.

— ¿Que?

— La última vez tú escapaste del hospital y Luis no tuvo oportunidad de hablar contigo.

— No sé quien sea Luis —digo caminando hacia Gretel que me echa rayos láser con la mirada—. Pero no vi necesario hablar con nadie.

— ¡Casi te matan! —exclama la chica exasperada—. Debe ser el mismo que atacó a Aisa.

— Lo dudo.

— Debes dar tu declaración, puedes ayudar a encontrar al culpable.

— Ya no es necesario.

— ¿¡Que!?

— ¿¡Puedes callarte!? —grito harto de escuchar su acusadora voz, ante mi reacción ella mi fulmina con la mirada y se aleja por el pasillo.