Beso Letal (18+)

Cap 5.- "Una trampa y una propuesta"

Capítulo dedicado a: Gabriela Lmds

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[Gretel]

Paso las yemas de mis dedos de forma circular sobre mi vientre descubierto, disfrutando de la suavidad de mi hermosa piel mientras miro al techo y tarareo la canción Zombie de The Cranberries. Es un hermoso día para mí; afuera el cielo está gris y triste amenazando con abrir sus puertas y dejar caer la lluvia.

Suspiro...

Me doy la vuelta en la cama donde justo me encuentro ahora y miro por la ventana logrando ver las grandes y negras nubes adornando el cielo. Hoy Aisa tiene el turno de todo el día en el hospital así que estoy completamente sola, amo mi soledad y la disfruto, pero debo admitir que me aburro mucho.

Me quito los auriculares y los dejo sobre mi almohada, me pongo de pie acomodando mi ropa y bajo a la cocina por algo que picar, como es fin de semana y no tengo nada que hacer me he puesto cómoda llevando un blusón negro con una calavera y un pequeñísimo short debajo que a simple vista no se ve y voy descalza.

Bajo las escaleras con ritmo y cuando voy entrando a la cocina escucho que llaman a la puerta, frunzo él entre cejo al no tener idea de quién puede estar fastidiando a estas horas. Sin más me doy media vuelta y camino hacia la puerta a abrirla y cuando lo hago me llevo una gran sorpresa, la persona que está del otro lado es la última en la que pensé.

— Andrew... —pronuncio su nombre en un leve susurro mientras enarco una ceja, le escaneo de pies a cabeza y veo que va vestido deportivamente, debo admitir que el estilo le sienta, de hecho creo que de cualquier forma se ve bien, cosa que solo me molesta más. Él está serio como siempre haciéndome enojar de inmediato por esa mirada carente de emociones— ¿Qué haces aquí?

— Vine por ti —dice sin cambiar de expresión, veo como pasea su mirada por mi cuerpo y es entonces que caigo en cuenta de las fachas que llevo, me miro a mi misma y sonrío al ver mis bellas piernas expuestas para él, aún en fachas soy condenadamente sexy.

— ¿A qué te refieres con eso? —pregunto con voz seca.

— Hace buen día para salir a correr, no me apetece hacerlo solo así que ve a cambiarte, te espero aquí —dice como si nada el cínico y le miro incrédula.

— ¿Eres Idiota? —Sonrío de lado—. No eres nadie para venir a mi casa e interrumpir mis planes.

— ¿Planes? —Andrew hace una apenas perceptible sonrisa de lado y creo que se ve sexy aunque aviento ese pensamiento hasta el fondo—. Estás en pijama, sé que no tienes planes, estás completamente sola en un fin de semana sin nada que hacer así que gasta el tiempo en algo bueno y sal a hacer un poco de ejercicio.

— ¡No es un pijama! —replico de inmediato y siento un leve ardor en mis mejillas ante el hecho de que él se haya dado cuenta de que no tengo nada mejor que hacer... aun así no creo que sea motivo para sonrojarme y aun así lo hago ¡odio lo que este idiota ocasiona en mí!

— Lo que sea, ve a ponerte ropa deportiva —ordena y mi enojo crece más.

— ¡No! —Me cruzo de brazos— ¿Por qué saldría yo...? —Me señalo a mí misma con aires de superioridad— ¿Con alguien como tú? —termino mirándole con desprecio y veo algo en sus ojos que por unos segundos me hace estremecer.

— Tal vez porque no hay nadie más para que salga contigo —dice con simpleza—. Agradece que te hago el favor.

— ¿¡Qué!?

— ¿Irás o no? —pregunta comenzando a impacientarse.

Me lo pienso... ¿Por qué salir con él? bueno ¿Y porque no? Pensándolo bien es una gran oportunidad para hacer que se dé cuenta de con quien trata, hoy mismo lo bajaré del pedestal en el cual él mismo se ha subido.