Beso Letal (18+)

Cap 17.- "Seducción" (Parte I)

[Gretel]

El olor a sangre sigue instalado en mis fosas nasales, este no desaparece, por el contrario; inunda mi sistema cada vez más. Todo mi cuerpo tiembla, la exquisita esencia del líquido carmesí aviva cada vez más al demonio que hay en mí. Éste no está satisfecho, quiere más sangre, quiere ver y ocasionar más dolor, pero la diversión se ha acabado... por hoy.

Suelto mi cabello dejando que el viento le acaricie, sonrío sintiendo el fresco que choca en mi cara mientras camino en la oscuridad de la noche.

Llego a donde Andrew quien está sobre su moto con el casco ya puesto, es obvio que está enojado, pero en estos momentos mi éxtasis es mayor al miedo que el chico me infunde en el interior. Sin decir nada, tomo el casco y me lo coloco, Andrew no espera ni a que me sujete debidamente cuando arranca a toda velocidad tomando la carretera libre que lleva a la antigua mansión Kürten.

No paro de pensar en lo que ha ocurrido unos cuantos minutos atrás; he matado a tres personas en un solo rato, dos ni siquiera estaban previstas, una era una simple e inocente maid... y le maté.

Sonrío mientras me recargo levemente sobre la espalda de Andrew, el casco hace que el olor de la sangre que llevo en el rostro se concentré lo cual me mantiene ansiosa, deseosa de volver a matar.

— Pero que maldita... -me digo sin dejar de sonreír mientras pienso en la pobre maid y en el hecho de que no me afecta en nada haberle matado, no estaba en mis planes, pero sucedió y fue simplemente exquisito; la forma en que mi cuerpo vibró al sentir como el cuchillo traspasaba su piel capa por capa hasta separar por completo la cabeza.

Paso todo el camino pensando en el olor de la sangre, la sensación cálida que deja en mi piel y la viscosidad de los órganos siendo apretujados en mis manos. Para cuando llegamos a nuestro destino pasa de la media noche.

Andrew y yo bajamos de la moto, me apresuro a ir por la de mi hermano y marcharme antes de que el amargado chico comience con uno de sus sermones, pero claro, como era de suponerse él no me deja marcharme tan fácilmente.

Gimo cuando sujeta ambos brazos por detrás de mi espalda y me lleva casi a rastras al interior, cuando entramos prácticamente me avienta a uno de los sillones, me paro de inmediato, él enciende una tenue luz que apenas ilumina la habitación y se recarga en la puerta bloqueando así con su cuerpo la única salida del lugar.

Le miro directo a los ojos y por un segundo desvío la mirada sintiéndome intimidada ante la intensidad de esta.

— ¿Te divertiste? –pregunta aparentemente tranquilo, pero puedo notar la ira que intenta mantener bajo control.

— Me divertí –contesto fingiendo tranquilidad-. Pero no como deseaba gracias a tus constantes interrupciones.

— Tu primera misión ha salido... bien. –comenta retirándose de la puerta y caminando lentamente hacia uno de los estantes-. No salió tan bien como quería ya que mataste a dos personas más cuando te dije que no mataras a nadie que no fuera Norman Lee.

— No fue mi culpa que él entrara con ella y la maid, bueno ella me vio, no podía dejarla viva.

— Cierto, pero si hubieras dejado tus estúpidos sentimentalismos de lado, habrías podido salir más rápido y así evitar esa muerte innecesaria.

— Bueno, como haya sido, ya estamos acá, Lee está muerto. Salió todo bien a mi parecer ¿De qué te quejas?

— De absolutamente nada.

— ¿Entonces? Me quiero ir ya.

— A decir verdad mi querida Gretel ya había previsto que algo así sucedería. Sabía que osarías desobedecerme una vez más y eso... eso sí me molesta. Adelantándome a los hechos fue que me preparé y alisté un pequeño y divertido castigo.