Beso Letal (18+)

Cap 43.- "Movimiento en falso"

Aisa

Viri me abraza con demasiada efusividad estando casi al borde del llanto, le devuelvo el abrazo alegre de verle, se siente como si hubiera pasado una eternidad desde la última vez que le vi; desde el regreso de Dominik me he alejado demasiado de ella y ahora que nos marchemos sé qué le extrañaré. Mientras rodeo a mi amiga con mis brazos, mantengo fija mi vista en la chica, me sonríe y hago lo mismo, pero segundos después baja la mirada mostrándose un tanto consternada.

— ¡Por fin te encuentro! — Viri se aleja para mirarme detenidamente, mi estado no le pasa desapercibido y arquea la ceja, sonrío de lado.

— ¡Hola! —pienso en la curiosa coincidencia de que ella haya venido justo cuando yo pensaba ir a buscarla.

— ¿Recuerdas a Enid?

— La recuerdo bien.

— ¡Qué bien! Y por cierto Aisa, ¿qué te ha pasado? —pregunta al ver los pequeños rastros de sangre en mi ropa y piel, aprieto la mano sintiendo el ardor por la reciente herida, al menos la sangre ya no sale.

— Nada.

— ¿Cómo qué nada? ¡Tienes manchas de sangre en diferentes partes del cuerpo y en la ropa!

— Solo jugaba —Viri me examina por largos segundos, después me dedica una mirada acusadora.

— ¿Jugando a la masoquista?

— Algo así.

— Ahora entiendo...

— ¿Qué cosa?

— Tu olor a sexo, interrumpimos ¿cierto? —sin poder evitarlo solo río, no puedo negarle nada y que ella sepa de mis juegos con As, lo hace menos fastidioso, así no tengo que explicar mucho.

— Solo entren —ambas entran y se ponen a mirar todo el lugar.

— ¿Por qué estás aquí y no en tu casa?

— No quiero estar más en ese lugar.

— Claro, lo entiendo, pero ¿no es mucho gasto vivir en un hotel?

— No estamos viviendo aquí, solo hemos estado unos días y pronto nos iremos.

— ¿Irse? ¿A dónde?

— As y yo hemos decidido irnos de la ciudad.

— ¿Qué? ¡No!

— Lo siento, pero creo que nos hará bien.

— ¿Vas a abandonarme solo así?

— Es por mi bien, pero no te abandonaré, seguiremos en contacto.

— ¿A dónde irán?

— Aun no lo decidimos, pero dejando eso de lado ¿Cómo sabías donde estaba?

— ¡Enid me dijo! —exclama mirando hacía la chica, quién sonríe tímidamente.

— Te vi salir del hotel —explica— Así que le conté a Viri porque estaba muy preocupada por ti.

— Ya veo — le observo fijo, pero ella no resiste mi mirada y termina paseando su vista por todo el lugar. Sé que miente, no he salido de aquí desde que llegué.

— ¿No está Gretel? —pregunta de pronto y ladeo la cabeza mirándola con curiosidad, cuando se da cuenta de su error abre los ojos y lleva sus manos a su boca.

— ¡Enid! —Viri la codea a modo de reprimenda y me mira esperando que no me vea afectada.

— ¡Lo siento, lo olvidé! —dice la chica apenada, aunque más que apenada más bien parece aterrorizada, como si acabara de cometer el peor de los pecados y fuera a ser castigada por ello.