Beso Letal (18+)

Cap.-20 "Limite"

[Gretel]

La llamada que le hice a Dominik no me es suficiente para sacar el coraje que siento. Él me preguntó de qué estaba hablando, pero le colgué al no poder soportar más la presión que sentía.

Regreso dentro del hospital, me quedo fuera de la sala de operaciones hasta que las puertas se abren, me pongo de pie de inmediato y me acerco a Esteban que me mira con una sonrisa que hace que el alma vuelva a mí. Sonrío y espero a que el doctor hable.

— No te preocupes Gretel —me dice poniendo una mano sobre mi hombro—. Aisa se pondrá bien, su vida ya está fuera de peligro, aunque está muy delicada ya que perdió mucha sangre.

— ¡Me alegro tanto que esté bien! —exclamo sintiendo que las lágrimas quieren salir de nuevo—. Gracias por salvar su vida Esteban.

— Pudimos actuar rápido, si hubieran tardado más, probablemente no lo hubiera logrado —dice haciéndome estremecer. Esteban sonríe complacido viéndome tan feliz, sin embargo está sonrisa no le dura mucho, pues su mirada cambia por una completamente seria y preocupada—. Gretel ¿Quién apuñaló a Aisa?

— No lo sé —contesto rápidamente. Esteban me mira atento y suspira.

— Fue un claro intento de asesinato, por tal motivo he tenido que informar a las autoridades —asiento sabiendo que algo así pasaría—. Tienes que decir todo lo que sepas para que puedan encontrar al culpable.

— Por supuesto.

Cuando suben a Aisa a piso me permiten entrar a verla solo unos momentos, ella está dormida. Me acuesto a su lado y la abrazo con fuerza, cierro los ojos recordando todas aquellas noches en que siendo niña lloraba ingenuamente por mi hermano muerto y ella me consolaba o intentaba hacerlo ya que siempre terminaba llorando junto conmigo. Muchas noches dormimos en la misma cama, pues yo quedaba dormida en sus brazos cansada de tanto llorar.

— Tú siempre estuviste a mi lado —digo mientras hundo mi rostro en su pecho—. Nunca me dejaste sola, me cuidaste y me diste un amor sin condiciones. Aisa, ahora es mi turno de cuidarte. No dejaré que nada vuelva a pasarte, lo prometo Aisa.

— G-Gretel —escucho su débil voz y alzo la vista, ella apenas puede abrir los ojos, pero ya está sonriendo—. Gretel perdóname —dice y yo quiero golpearla por eso.

— ¿De que me pides perdón?

— No he sabido ser una buena hermana —sus palabras salen lentas y en tono muy bajo debido a la anestesia en su cuerpo que aun hace algo de efecto.

— ¡Eres una gran idiota! —digo y la abrazo con fuerza—. ¡Eres la mejor hermana, mi única hermana! ¡Nunca podría haber tenido una mejor hermana que tú! soy yo la que debería decir que lo siente. Yo arruiné tu vida, mi hermano y yo lo hicimos, perdiste todo por culpa nuestra, tu familia, tus amigos... todo.

— No digas eso.

— Es la verdad.

— Tenerte como hermana ha sido lo mejor de todo esto, yo no me arrepiento de haberlos conocido, no lo hagas tú Gretel.

— ¿En verdad?

— Sí, gracias a ti encontré la fuerza para continuar, de lo contrario no haya podido soportar nada.

— Te quiero mucho Aisa, realmente eres la mejor.

— ¿Sí?

— Por supuesto tonta.