Cap 3.- "Eternamente mía"

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* Escuhen Multimedia

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[Aisa]

Después de terminar mi turno en el hospital vuelvo a casa y como junto con Gretel quien por alguna razón trae un humor de perros y se lo acredito al chico ese, es obvio que no le ha resultado nada fácil hacerle caer.

— Hoy vendrá Esteban —digo antes de darle un sorbo a mi jugo.

— Genial —dice ella sin interés.

— Saldré con él, quédate aquí.

— ¿Y a donde se supone que vaya? Tú misma lo has dicho, no tengo amigos como para salirme por ahí.

Decido quedarme callada y no decir algo que aumente su mal humor. Después de comer subo a terminar algunos deberes, tomo una ducha y después me visto. Tal y como quedó, Esteban pasa por mí a las ocho de la noche.

— Ya me voy —aviso a Gretel que lee un libro sentada en el sofá.

— Sí —dice sin despegar su mirada del libro.

Salgo rápidamente y al momento soy acariciada por el frio viento, me estremezco un poco. Esteban llega a mi lado y me saluda besando mi mejilla.

— Estás muy linda —dice mirándome de pies a cabeza.

— Gracias —digo no muy segura ya que no llevo nada especial, solo una blusa morada de encaje, unos jeans negros y zapatos de piso, sencillo y cómodo; perfecto para mí— tú también te ves muy bien.

Una vez más Esteban me ayuda a entrar a su auto y después de ponerlo en marcha tomamos rumbo a las afueras de la ciudad por lo que le miro curiosa.

— Iremos a mi casa —informa.

— ¿Tu casa? —pregunto con sorpresa.

— Sí, te dije que sería algo especial y tengo algo que enseñarte.

— No sabía que vivías a las afueras.

— No me gusta el bullicio de la ciudad, prefiero la calma.

— Ya veo.

Una media hora después tomamos un pequeño sendero y veo una bonita casa al final de este, está completamente aluzada con luces blancas y tomando en cuenta de que todas las paredes son de este mismo color pareciera que la propiedad brilla e incluso diría que encandila un poco.

— Que bonita casa —digo una vez que salimos del auto.

— Gracias, yo mismo la mandé a hacer, si la fachada te gusta por dentro te encantará, pero lo que realmente deseo mostrarte está en la parte trasera así que vamos.

Esteban toma mi mano entrelazando de manera firme nuestros dedos, me jala detrás de él, rodeamos la casa y atravesamos una pequeña arbolada, la luz no llega a esta parte y si no fuera por la luna sería muy espeluznaste caminar por aquí.

Llegamos a un jardín y miro a todo mi alrededor mirando los arbustos que tienen diferente forma, hay una bonita fuente que pareciera que avienta agua plateada, en el frente a unos cuantos metros de nosotros hay como un pequeño lago y en medio se encuentra una especie de domo. Miro a Esteban y él me sonríe con emoción.

Abre una perta de vidrio transparente y me permite entrar primero. Adentro hay una pequeña mesa con varios papeles encima y hay varios telescopios de diferentes tamaños y diseños, pero lo único que logra llamar mi atención es el hecho de que se puede ver el fondo del lago ya que el suelo también es de vidrio tranparente, debo decir que es hermoso y aterrador.

Beso Letal (18+)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora