Casi 10 meses han pasado desde que la Guerra termino, gran parte de los mortífagos fueron capturados y llevados a juicio.
Draco y sus padres fueron absueltos de todos los cargos gracias a la mentira que
Narcissa Malfoy le dijo a Voldemort y la evid...
A la mañana siguiente Draco se levantó temprano ya que debía cumplir sus primeros deberes como premio Anual organizar las rondas y pasillos de los prefectos, pero el gran problema era con quién debía hacerlo.
—Llegas tarde Malfoy —dijo Hermione sería y sin mirarlo.
Draco miro su reloj y en realidad sí, pero apenas un minuto y antes de que pudiera reclamar algo ella volvió a hablar.
—Ten los horarios y los pasillos asignados de los prefectos —Hermione le entrego un pergamino con lo que indico.
—Se supone que esto debimos hacerlo los dos… Granger
—Si bueno me adelante, así tendrás más tiempo para tu prometida
—Deberías ocultar mejor tus celos… —contesto Draco con una media sonrisa, mientas se apoyaba contra la pared.
—Me abandonaste! —grito la castaña mientras se acercaba quedando a centímetros de él. —para proteger tu estúpido apellido…
—No tienes ni idea porque lo hice…!
—Creo que me lo dejaste muy claro en el tren…
—No yo… eso…
—Eso es lo que eres Malfoy… un patético niño tonto que solo le importa la pureza de la sangre y el estúpido honor de su apellido.
—Bien… —respondió tras varios minutos viéndose mientras apretaba los puños —si eso es lo que piensas… si después de todo lo que hice por ti… de toda la mierda que tuve que pasar para protegerte sigues pensando eso de mi… entonces me alegro haber escogido a Astoria por sobre ti.
Hermione empezó a temblar por el enojo tratando de contener las lágrimas, solo pudo reaccionar alzando su mano para estamparla contra su mejilla, pero el, la detuvo.
—No vuelvas a intentar tocarme!
—O sino que… que me harás… —dijo la castaña para luego soltar una risa sarcástica —claro lo mismo que hacen los mortífagos como Tú…
Draco la tomo por ambos Brazos apretándola, eso definitivamente le dolió más de lo que se imaginó, la miró fijamente tratando de controlar las ganas de besarla, disfrazandolo con miradas de odio, mirada que pusieron demasiado nerviosa a la castaña, tanto que quería salir de ese lugar. De verdad la odiaba tanto, sería capaz de hacerle daño.
Ante estos pensamientos y miedo Draco quién desde que inicio la discusión se había metido en su mente soltó su agarre justo a tiempo pues una rubia acababa de llegar.
—Draco…
—Que —contesto el rubio sin dejar de mirar a la castaña
—Tengo hambre y no querrás que tú prometida valla sola al gran comedor. —expreso Astoria recalcando la palabra prometida mientras veía a Hermione, quién solo soltó una risita cansada para girarse e irse, pero un brazo la detuvo dándole la vuelta. —Mira Granger entiendo que tú y mi prometido son premios anuales, pero si no es por cumplir con esas responsabilidades, te sugiero que te mantengas alejada…
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—No me amenaces Astoria… no me importa quién eres tú o tu familia, no dudes en que te puedo hacer sufrir mucho más rápido de lo que tú digas acepto en el altar.
Dicho estoy Hermione salió del pasillo dejando a una Astoria completamente molesta y un Draco feliz por las agallas y fuerza de su leona.
—Mejor quita esa sonrisa Draco… si no quieres que tu adorada sufra… —dijo Astoria molesta, pero antes de poder seguir unas manos en su cuello la tenían aprisionada contra la pared.
—No juegues conmigo Astoria… —Draco la miró con tal furia una real, una que haría temblar hasta el mismo Voldemort si resucitara —mi paciencia tiene un límite y si la tocas… te juro que haré de tu vida un infierno
—Suéltame… me… me… lastimas… le diré… a tu… padre…
En ese momento el la soltó.
—No estás en posición de amenazar… si no empiezas a darme el lugar que me merezco tanto T/N como Hermione pagarán las consecuencias.
Dicho esto Astoria se acomodó fingiendo que nada paso y siguió su camino hasta el comedor.
