La esperanza

Ella esta rota

  El resto de la merienda siguió sin sobresaltos, cuando terminaron, los hombres se dispersaron mientras las mujeres volvían a acomodar el comedor. Bill salió al patio, donde el atardecer empezaba a hacerse presente y se acomodó en uno de los sillones, respirando en profundidad para intentar contener a su lobo, quien fuera de la presencia anestesiante de Sophie, volvía a ponerse inquieto, se llevó la mano que hasta hacía poco sostenía la de ella a la cara y aspiró su aroma, sintió tranquilidad por unos segundos.-

-¿Te molesta si me siento?- la voz de Draco lo sacó de sus pensamientos, él lo miró durante unos segundos antes de señalar uno de los sillones frente a él.- ¿Sabes?- dijo el rubio después de unos segundos de silencio incómodo- jamás fui bueno para andarme por las ramas, así que iré directo al grano. ¿Te gusta Sophie?- la pregunta directa sobre un tema que ni para él estaba claro lo puso en alerta.-

-Dile que es tu Omega- ordenó la voz en su interior- díselo. Dile que nació para ser nuestra compañera.

-Y si así fuera ¿Qué?- preguntó Bill a la defensiva apoyando los codos en sus rodillas, Draco no se amedrentó. Zafiros y mercurios se midieron mutuamente.-

-Si así fuera te pediría que no la dañaras- respondió el rubio- ella es una joya y merece ser tratada como tal.-

-¿Cómo la tratas tú?

-Si- dijo Draco- yo la trato con cariño y la respeto. Es mi mejor amiga.-

-Pero te gustaría ser algo más- dijo Bill desafiante, era su lobo el que hablaba, sus ojos habían pasado de azules a negros, esto no paso desapercibido para Draco, pero mostrando la típica tenacidad de su casa, no retrocedió.-

-No- respondió con firmeza- la adoro y no tengo miedo de decírselo ni a ti ni a tu lobo- el silencio se volvió a cernir sobre ellos- ella tiene todo lo que se espera de una digna señora Malfoy, incluso la aprobación de mis padres pero no la amo.- el rubio fijó la vista en un punto indefinido antes de volver a hablar- Te abras dado cuenta que ella simplemente no es conciente de lo hermosa que es y tengo que admitir que yo colaboré mucho con esa imagen distorsionada que tiene de si misma. Sophie se muestra de una manera que la hace ver fuerte y a luchado perfeccionando esa imagen durante mucho tiempo, ella es buena en combate y en duelos, así como es excelente en pociones, al punto que mi propio padrino la ha tomado bajo su tutela y le ha proporcionado ingredientes para surtir la botica del ejercito de Dumbledore- Draco fijó la vista en Bill y notó que él lo escuchaba con gesto de sorpresa- No sabías que era discípula de Snape ¿no?

-No- confesó Bill con pesar, no conocía nada de lo que Draco le decía, mas allá de lo que había visto desde que llegó a la Madriguera en la mañana- no lo sabía.-

-Bueno- suspiró Draco- increíblemente es cierto, mi padrino siente predilección por ella como muchos otros profesores. Sophie no es como Hermione, no es una sabelotodo, es natural e inteligente y además es muy divertida. –El rubio volvió a guardar silencio mientras parecía analizar en su mente lo que iba a decir- Te cuento esto para que entiendas que la conozco lo suficiente como para sentirme sorprendido por lo que vi hace un rato, no me malinterpretes, ella es buena y educada con todos, pero jamás la había visto demostrar abiertamente interés en alguien- Draco giró la cabeza para mirar a los ojos a Bill- Jamás y la conozco desde hace siete años- Bill simplemente le retuvo la mirada sintiendo un agradable calor en el pecho al escuchar esta declaración por parte del rubio, su Omega se sentía atraída por él y no lo disimulaba, eso hacía que el pecho de Bill se hinchara de orgullo- Hay algo que creo que deberías saber- continuó Draco- ella esta rota ahora- dejó caer la bomba sin apartar la vista de Bill, analizando sus expresiones- Toda su familia cayó en combate, solo le queda el profesor Lupin y es por esto que te pido que si no la vas a tomar en serio te alejes de ella, por que no creo que pudiera soportar un dolor mas en este momento.-