El abrazo de una madre

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 -Ya tranquilízate, Sophia- pidió Bill a las seis de la tarde de ese domingo mientras se preparaban para ir por flu hasta la Madriguera – mamá estará feliz de verte, lo prometo.-

-No dí ninguna explicación para desaparecerme durante tantas semanas- dijo ella frotándose las manos – fui muy grosera.-

-No va a regañarte, a lo sumo me regañará a mí, pero creo que ni eso pasará.-

-¿Por qué estas tan seguro?

-Por que mi madre te adora, confía en mí- dicho esto jaló a Sophie dentro de la chimenea y lanzó los polvos –La Madriguera- dijo con voz clara – ella cerró los ojos y dejó que Bill la volviera a arrastrar- Mamá.-

-Bill hijo- dijo la señora saliendo de entre un grupo de personas.-

-Traje a alguien conmigo- anunció él sacando a Sophie de detrás, ella levantó la mirada para ver a la señora Weasley llevarse a la mano a la boca.

-Sophia hija- dijo la señora antes de abalanzarse para abrazarla – hace tanto que no se nada de ti, me tenías muy preocupada- la voz de la señora se oía llorosa, esto hizo que Sophie se sintiera culpable.-

-Lo siento tanto, señora Weasley- dijo ella con sinceridad.-

-Somos tu familia, Sophie- dijo la señora mirando a la chica a los ojos – esta es tu casa, siempre tendrás un lugar para volver.-

-Gracias- respondió ella sin saber que más decir, Bill apoyó una de sus manos en la cadera de ella

-Acérquense al grupo, la cena todavía va a tardar- dijo la señora antes de voltear para volver a la cocina, Sophie miró a Bill quien le sonrió antes de caminar con ella hasta la sala en la que se encontraban Hermione, George, Fred y Charlie, todos la saludaron como si la hubieran visto el día anterior, al rato de sentarse empezaron a charlar, la conversación muy pronto giró alrededor de las clases de cada una de las chicas.

-La semana pasada empecé a trabajar como asistente de un abogado – comentó Hermione- esta llevando los casos de algunos mortífagos que estuvieron prófugo, es muy interesante a decir verdad.-

-Debe ser interesante estar ahí después de todo lo que vivimos- dijo Sophie acomodándose en los brazos de Bill- ¿Qué dicen cuando te ven?

-No puedo repetirlo-dijo la castaña riendo- mi educación me lo prohíbe. También empezaste las prácticas ¿verdad, Sophie?

-Si, en realidad las prácticas empezaron desde el primer día, pero al principio no nos dejaban más que observar, ahora ya cumplimos una especie de turno por las tardes, los lunes estoy en pediatría, martes en ginecología y obstetricia, miércoles clínica médica y jueves y viernes en emergencias, aunque este jueves trabajaré en quitar una maldición.-

-¿De verdad?- saltó Hermione con verdadero entusiasmo- ¿Cuál?

-La maldición del fuego infernal- respondió ella girándose a mirar a Bill, él la miraba con gesto de preocupación- será en un ambiente controlado, con un medimago especializado.-

-Es muy interesante, Sophie- comentó Hermione con verdadero entusiasmo- supe que esa maldición era la favorita del señor oscuro para castigar a sus propios seguidores.-

-Es verdad- confirmó Sophie volviendo a mirar a los demás sin evitar preocuparse por el gesto ceñudo de su novio- no es fácil de quitar y mata de una manera lenta y dolorosa, la decana dice que es importante que más medimagos se especialicen en ese terreno en particular.

-Es verdad- admitió Charlie- esa y varias maldiciones en realidad, los del escuadrón de medimagos no daban a vasto en la batalla, los mortífagos nos dieron con todo.-

La esperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora