¿Quién es mejor?

955 81 10
                                    


 -¿Cuánto tiempo crees que tarde Bill en aburrirse de ti?- la maliciosa pregunta se escuchó clara a espaldas de Sophie, mientras ella esperaba su turno para tomar la red flu, se giró para enfrentar a la mujer que la miraba burlona.

-Pues, no lo sé- dijo ella frunciendo el ceño- Se lo preguntaré esta noche cuando vaya a verme.-

-No eres competencia para mí, niñita- escupió la francesa endureciendo el gesto.-

-¿Esto es una competencia?- preguntó la joven- Entonces según usted, Bill es el premio- ella fingió pensar unos segundos- no lo creo, no puedo verlo como a un objeto. Él es un hombre que ha tomado una decisión y me ha elegido a mí.

-Él fue mío- dijo ella con malicia- estuvo a punto de ser mi esposo. Volverá conmigo cuando yo lo decida.

-Puede ser- dijo Sophie, esas fueron las palabras más amargas que tuvo que pronunciar- Pero... ¿sabe cual es la diferencia entre usted y yo? Que si él me deja, no me verá jamás arrastrándome para llamar su atención- la red flu se desocupo y ella entró- Que tenga buena tarde. ¡A la madriguera!- las llamas verdes la envolvieron por segunda vez en ese día.-

-Maldita seas- despotricó Fleur llamando la atención de todos alrededor. La secretaria de Bill soltó la varita que tenía preparada en la mano y sonrió.-

 -Señor Weasley- dijo Lucy una hora después mirando nerviosa a su jefe- creo que hay algo que debe saber- él la miró y levantó las cejas, esperando- la señorita Delacour abordó a su novia mientras ella esperaba para tomar la red flu.

-¿Qué?- preguntó él poniéndose de pie- ¿Qué pasó?

-La señorita Delacour increpó a su novia diciéndole que usted se aburriría de ella muy rápido y que usted volvería con la señorita Delacour cuando ella quisiera.- Lucy lo miró con temor pensando que el viejo Bill podría aparecer en cualquier momento.-

-¿Por qué no me avisaste en ese momento?- preguntó Bill intentando parecer tranquilo.-

-Porque su novia manejó la situación muy bien, la puso en su lugar sin levantar la voz- Bill la miró antes de agradecerle la información y pedirle que volviera a su escritorio.-

-Maldita perra francesa- gruño lanzando la pluma que tenía en la mano, realmente esa mujer estaba decidida a arruinarle la vida.-

La esperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora