El sábado por la tarde Remus llego a la Madriguera atravesando la red flu desde La Cabaña, había llegado de la misión dos días antes pero interrogar y preparar el juicio de esos dos mortífagos le había llevado mas tiempo del que creía.-
-Remus- saludó el señor Weasley bajando su ejemplar de El Profeta- que gusto me da verte.-
-Lo mismo digo, Arthur- aseguró el licántropo saludando con un abrazo al amable señor-Todo se complicó un poco, pero ya me encontraba ansioso por venir.-
-Lo imagino- respondió Arthur- Imagino que no habrá sido fácil dejar a Sophie como la dejaste.-
-No lo fue para nada- confesó Remus- solo me fui por que sabía que con ustedes estaría contenida- suspiró antes de proseguir- debo ser totalmente sincero, también noté el vinculo entre mi hija y tu hijo.- esto tomó totalmente desprevenido al señor Weasley, aunque sabía que no debería, ya que todos habían visto como Remus autorizaba a Bill a sentarse al lado de Sophie en el homenaje- conozco ese vínculo por que yo mismo lo formé con Nymphadora y sabía que él la protegería.-
-Conoces al hijo que crié, Remus.-
-Esa es la razón por la que no la dejé en La Cabaña con hechizos de contención y ocultamiento.-ambos hombres rieron ante la ocurrencia como hacía mucho no hacían, el señor Weasley invitó al hombre a sentarse, pero Remus prefirió ver a Sophie primero.-
-Ellos están en el jardín desgnomonizando, es que esta noche tendremos una parrillada aprovechando los últimos días cálidos- explicó mientras caminaban hacía la puerta que llevaba al patio trasero, Harry y Ron perseguían a una feas criaturitas que correteaban entre sus pies mientras intentaban morderlos.-
-Vamos Harry- escucharon decir a Sophie- Lanza el hechizo.-
-No traje mi varita conmigo, Sophie- respondió el pelinegro evadiendo la mordida de un travieso gnomo.-
-¿Cómo sales a limpiar el patio sin tu varita?- dijo ella perdiendo la paciencia- ¿Pensabas hacerlo al estilo muggle?
-Ustedes pueden hacer los quehaceres al estilo muggle ¿Por qué nosotros no podríamos?
-Porque los muggles cocinan y lavan platos pero no atrapan gnomos- Gritó Sophia histérica.-
-Sophia Rosemary Carter- la voz de Remus se escucho clara sobre los chillidos de los gnomos, ella giró y una sonrisa enorme adorno su rostro, automáticamente el enojo de Remus se apagó, ella corrió a sus brazos, encaramándose a él como siempre lo hacía, el licántropo aspiró su aroma y pudo sentir una sutil fragancia amaderada además del de flores de naranjo que ella despedía naturalmente, hablaría seriamente con Bill Weasley.-
-Padrino- dijo ella con la cara todavía oculta en su cuello- ¿Cuándo llegaste?
-Hace dos días, chiquitina- respondió él sabiendo que se vendría un reclamo- las cosas en el ministerio se complicaron mucho, recién ayer pude volver a casa y dormir un poco.-
-¿Hace dos días y no pudiste enviarme un patronus o una lechuza para avisarme que estabas bien? ¿No eres tú el que dice que siempre debemos estar comunicados?
-Si, soy yo- dijo Remus con una sonrisa, Sophie le reclamaba más que Nymphadora- la próxima vez lo haré.- sacó su varita del bolsillo de sus pantalones- Inmobilus!- Gritó a los gnomos y las criaturitas dejaron de moverse, Sophie bajó las piernas y se giró para ver como Harry y Ron empezaban a poner a los inmovilizadas criaturas en jaulas –Ahora, jovencita, me parece que usted y yo tenemos una charla pendiente.- El señor Weasley se disculpó y volvió a la sala, Remus y Sophie se acercaron hasta los muebles de patio.- ¿Hay algo que quieras decirme?- Ella bajó la mirada avergonzada, sabía que se refería a Bill, pero no sabía como empezar a hablar de ese tema- Tu olor ha cambiado, Sophia- explicó él sintiendo el nerviosismo de su niña- sigues oliendo a flores de naranjo, solo que ahora también puedo sentir en ti otra fragancia que además puedo reconocer.-
-Bill me pidió que sea su novia- confesó ella atropelladamente y sin mirarlo a los ojos, se sentía como una niña a la que hubieran descubierto en una travesura.-
-¿Aceptaste?
-Si, padrino, pero el señor Weasley dijo que solo podríamos tener una relación formal si tú la aceptabas.-
-Bueno, Sophia- respondió Remus tomando la mano de su niña- seguro malentendiste las palabras de Arthur. Una relación es de a dos, aunque la aceptación de los padres de ambos a veces hace las cosas más fáciles, la pareja seguirá junta si se aman aunque algunos de sus padres se opongan. Por eso me siento en la obligación de preguntarte ¿Lo amas?
-Creo que para hablar de amor es muy pronto, padrino- respondió ella después de meditar la pregunta- Me gusta mucho y me siento muy bien con él, realmente siento que podría llegar a amarlo.- Remus suspiró y miró por un momento a su niña, le costaba ver lo que pasaba desde la nueva perspectiva que le tocaba ahora, ya no era el padrino consentidor, ahora era el padre responsable y aunque ella hubiera sobrevivido a una guerra en la que participara activamente y hubiera demostrado valor y madurez, él no podía dejar de verla como una niña, ahora esta niña se presentaba ante él para contarle que un chico le había pedido que fuera su novia y aunque no podía elegir mejor partido para ella, ya que Bill era un mago muy codiciado y apreciado, además sabía que eran muchas las brujas que habían celebrado la ruptura de su compromiso, el rompedor de maldiciones dejaba huella por donde caminaba y había puesto los ojos en Sophie, justamente en ella.
-Bill es un hombre lobo- recordó Remus- se que a ti esa condición no te es extraña y que has vivido toda tu vida rodeada de licántropos, pero ¿No te preocupa para nada que Bill lo sea? Vas a poder vivir con sus cambios de humor causados por la luna y lo posesivo que va a ponerse.-
-Supongo que podré con eso- dijo ella segura- Creo que él lo vale- un silencio se cernió sobre ellos durante unos momentos- Bill me preguntó si yo le temía. Creo que en el fondo no acepta del todo su licantropía.-
-Yo fui mordido a los cuatro años y a veces todavía no lo acepto, tendrás que ser paciente.-
-¿Entonces lo aceptas, padrino?- preguntó ella con los ojos brillosos.-
-Supongo que sí- dijo él con tomo apesadumbrado- pero ese chico va a tener que oírme primero.-
-Me prometió que hablaría contigo, solo no lo asustes.- pidió ella, él sonrió y la abrazó, no entendía cuando había crecido su pequeña niñita.-
-No lo haré- prometió- además Draco estuvo por aquí, de seguro él ya se encargó de las amenazas. Vamos a ayudar a tus amigos.-
ESTÁS LEYENDO
La esperanza
FanfikceEl perdió la fe en la vida desde antes de la guerra. Ella perdió gran parte de su vida en la ultima batalla. Ambos se necesitaban sin saberlo. El destino tiene sus tiempos y sus estrategias y ellos se seguirían encontrando hasta que al fin se pudie...