La esperanza

La boda

 Un mes había pasado desde que Bill le pidiera matrimonio a Sophie, la vorágine que envolvió a la Madriguera por las preparaciones de la boda de su primogénito ocuparon a todos los que estaban disponibles, la señora tenía en mente una boda parecida a la de Draco y Luna y aunque Sophie no se sentía cómoda con la toma de decisiones terminó dejando que la señora ideara la ceremonia y la recepción a su gusto. En ese momento Sophia se encontraba en la habitación de la Madriguera que compartía con Ginny cuando se quedaba ahí, mirando su imagen en el espejo, el reflejo era casi de una desconocida para la joven: el vestido blanco tenía el cuello en V caía sobre las curvas de Sophie sin apretarlas, remarcando la cintura, tanto el frente como la media espalda de la prenda estaban bordadas con hilos de seda, otorgándole a la prenda un brillo particular, la falda de organza caía etérea hasta el suelo sin mas adornos, pero la imagen general era simplemente hermosa. Ginny la había maquillado en suaves colores pasteles y para terminar le había colocado un hechizo para que el maquillaje durara toda la tarde, Sophie suspiró y estiró una arruga imaginaria de al falda del vestido, la puerta se abrió para dejar pasar a Nymphadora Lupin, quien traía entre manos un estuche de terciopelo.-

-Tu padrino me pidió que te entregara esto- anunció la mujer acercándose a la chica mientras abría la caja, una gargantilla de diamantes con aros a juego se mostraron ante sus ojos.- Remus dice que tu madre los usó en su boda, que eran de tu bisabuela. Ahora lo usarás tú- la mujer tomó la gargantilla y la colocó en el cuello de la joven, Sophie acarició el collar con las puntas de sus dedos.-

-Tía Nymphadora- dijo ella llamando la atención de la mujer- ¿Fue difícil para ti?

-¿Mi matrimonio?- preguntó la mujer mirando a Sophie a través del espejo.-

-Tu matrimonio con un hombre que llevaba una carga tan pesada como lo fui yo- largó la chica con un leve temblor de labios, la mujer la miró y una sonrisa sincera se dibujó en sus labios.-

-La primera vez que vi a Remus fue en una cena de la Orden, todavía no estábamos en tiempos de guerra, yo era un auror recién recibida y por supuesto que él ni siquiera me miró, yo estaba encantada con ese hombre tan sereno, pero sentía que nunca me encantaría lo suficiente, no más allá de una fascinación momentánea- Dora se perdió en sus recuerdos, Sophie la observó, era la primera vez que tenían una charla de chicas con la esposa de su padrino- entonces la puerta se abrió y un torbellino de cabello azul corrió a los brazos de Remus- Dora sonrió- él rejuveneció diez años en dos segundos. Me enamore de tu padrino esa noche, me enamoré del hombre en el que se convirtió cuando te tuvo en sus brazos- Sophie la miró y una lágrima corrió por la mejilla de la chica- hiciste de Remus un hombre feliz, Sophia.-

-También tu, tía Nym- dijo ella abrazando a la mujer.-

-Ahora a relajar el rostro- dijo Dora secando las lágrimas de sus ojos- no vas a casarte con los ojos hinchados.- después de decir esto la puerta volvió a abrirse.

-Parece que esta será una reunión de madres con la novia- dijo con voz alegre la señora Weasley acercándose a las mujeres frente al espejo, Dora dio un paso al costado- Querida, me gustaría mucho que usaras esta tiara- dijo levantando una hermoso tocado labrado por duendes- yo lo usé cuando me casé y me haría muy feliz verlo en ti esta tarde.-

-Señora Weasley- dijo la joven con un jadeo- es una joya familiar, debería usarla Ginny.-

-Y la usará – dijo la señora haciendo que Sophie se pusiera de espaldas a ella, Dora le alcanzó el velo y juntas lo acomodaron bajo el rodete vaporoso de la joven antes de que la señora Weasley le colocara la diadema, ambas mujeres apretaron las manos de la joven antes de salir, Sophie respiró profundo y salió también, su padrino la esperaba a los pies de la escalera.-

-Nadie prepara a los padres para este día- dijo Remus al verla- no importa la edad que tengas, tu siempre serás mi niñita.-

-No importa la edad que tenga- respondió ella – yo siempre necesitare a mi papá.- Remus sonrió con los ojos brillosos y le tendió el brazo, ella lo tomó y juntos caminaron hasta el sector preparado para la ceremonia, tanto Bill como ella habían coincidido que ese lugar sea junto al lago, espacio en el que todo había empezado, aquella noche en la que él la fue a buscar para consolar su luto, el camino estaba señalado por un sendero de piedras blancas, Remus y Sophie llegaron hasta unas cortinas de seda blancas que estaban encantadas para abrirse solas al empezar la marcha nupcial.

-Sophie- la voz de Remus se escuchó suave- puede ser tarde para esto, pero necesito preguntarte ¿Lo amas?

-Con todo mi ser- confesó ella con la vista fija en las cortinas.-

-Entonces vamos- dijo el hombre, la marcha inició y las cortinas se abrieron, Sophie suspiró y empezó a caminar lento al ritmo que su padrino le marcaba, en el camino vio a Cassiopea con su avanzado embarazo, rodeada por los brazos de Theo, ambos le sonreían con cariño, cerca se encontraban Luna y Draco, Owen había entendido que no tenía ninguna oportunidad con la chica loba después de la fiesta de aniversario y había invitado a salir a la vibrante Daphne Greengrass, siempre se los veía juntos desde ese día, incluso habían participado de algunas de las cenas de los domingos, se los veía felices al estar juntos y eso alegraba a muchos, incluida a Sophie, Blaise y Astoria se habían casado en una ceremonia discreta hacía una semana y habían interrumpido su luna de miel para asistir a la boda de Sophie y Bill, también ellos le sonreían a la novia desde las sillas, al frente con la familia Weasley se encontraban Hermione, Alana y Harry, cada uno con sus novios. Charlie acompañaba a Bill en el altar, la madrina de Sophie sería Nymphadora Lupin, llegaron al altar y Sophie sonrió al hombre que la esperaba allí.

-¿Quién entrega a esta mujer en matrimonio?- preguntó el ministro.-

-Yo, Remus Lupin, en representación de sus padres, Adam y Gabrielle.- respondió Remus sin titubear.-