-Draco- Sophie hablo por primera vez desde que se había despertado por la mañana del domingo, el rubio había llegado hacía unos minutos a desayunar con ella- creo que ya es hora de que vuelva a mi departamento- Draco la miró sobre el filo de su taza antes de sonreír con disimulo.-
-Sabes que no estas aquí por obligación- respondió con una mirada cargada de cariño.-
-Lo sé, Draco y no sabes lo agradecida que me siento contigo por haberme permitido refugiar aquí.-
-Soy tu Alguien- recordó el rubio con una sonrisa, ella lo miro entendiendo exactamente a lo que él se refería.-
-Espero ser tu Alguien alguna vez, Draco.-
-Lo has sido estos últimos años- recordó él apoyando la espalda en la silla- me diste tu confianza cuando nadie más lo hizo, no te importó que yo sea un mortífago declarado, simplemente confiaste en mí con tu propia vida, a pesar de nuestro mas que interesante pasado estudiantil y no conforme con eso, me defendiste con uñas y dientes frente al tribunal del Wizengamot durante mi juicio y el de mis padres.-
-Hicieron las cosas bien al final, gracias a ustedes, los Nott y los Zabbini ganamos la guerra.
-Pero eso tu lo sabías- repuso él con una sonrisa triste- los miembros de la Orden aparecieron dos días después, si no hubieras estado ahí probablemente nos hubieran enjuiciado el primer día y condenado al beso del dementor.
-Eso ni lo digas- repuso ella con un movimiento de manos- si hubiera tenido que ponerme entre el dementor y tu lo habría hecho- afirmó ella y él la observó sabiendo que lo que ella decía era cierto, ella era así, fiel a sus convicciones, leal y defensora de su gente, no por primera vez se preguntó por que jamás la había podido ver como mujer, por que jamás había podido sentir amor por ella, definitivamente su vida nunca sería aburrida con una mujer como ella, aunque en honor de la verdad, Luna era una mujer extraordinaria, que lo había atraído con una fuerza gravitacional impresionante, pero Sophie también contaba con esa fuerza, ella había atraído sin esfuerzo al esquivo rompedor de maldiciones y tal parecía que sin darse cuenta también tenía envuelto en su dedo meñique al nuevo Sanador que impartía clases en la academia, Draco sonrió divertido al darse cuenta que Bill tenía una seria competencia en ese sector, aunque en honor de la verdad, solo hacía falta que el pelirrojo ajustara algunas tuercas en su cortejo para que Sophie bajara la guardia del todo, el primer paso ya lo iba a dar ella volviendo a su departamento, lejos de todas las protecciones que habían puesto para que Bill no pudiera acercarse, algo le decía al rubio que la nota del viernes había influido de alguna manera en esa decisión.-
-Volviendo al tema – Draco habló tratando de aparentar tranquilidad- tu departamento lleva cerrado un mes, deberías enviar a Bruna para que lo prepare si es que de verdad te decides a volver ahí.
-No voy a enviar a tu elfina a limpiar mi departamento- replicó ella con el ceño fruncido.-
-Bruna- llamó el rubio y un sonoro plop anuncio la aparición de la elfina.-
-En que puede servirle Bruna al amo- dijo la criatura, Sophie miró a Draco con reproche antes de guiar los ojos a la criatura mágica que había aparecido frente a ellos, Bruna era una elfina de muy corta edad, casi una niña por así decirlo.-
-¿Podrías decirle a Sophie al servicio de quien te encuentras?
-Bruna se encuentra al servicio de la señorita Carter y es muy feliz por eso, amo Draco.-
-Gracias Bruna, puedes retirarte.- Bruna sonrió con timidez antes de desaparecer.
-En que mundo paralelo se te ocurrió que era una buena idea darme una elfina doméstica- la voz de la chica sonaba histérica.-
-Bruna fue puesta a tu servicio por mis padres al recuperar su libertad- informó el rubio volviendo a tomar su taza- solo que no encontraba la manera de decírtelo- con parsimonia deja la taza sobre la mesa para untar una tostada con mantequilla- Volviendo al tema que nos incumbe, deberías enviar a Bruna a airear tu departamento, así cuando decidas volver ya podrás cerrarlo para calefaccionarlo apropiadamente.-
-¿Tus padres me regalaron una elfina?
-Entiendo que es domingo, pero eso no justifica que estés tan lenta.- comentó Draco con una sonrisa cargada de picardía.-
-Es que no entiendo en que pensaban cuando lo hicieron.-
-Pensaron en que era apropiado para una bruja sangre pura y valiente como tú- respondió Draco quitándole importancia a la situación- de todas maneras sabes que tener una elfina podría hasta tener sus beneficios, quizás ahora no lo sientas así, pero el año que viene cuando empieces a trabajar y tengas que hacer guardias, amarás llegar a tu casa y encontrarla limpia y con la ropa lavada.-
-No me gusta la esclavitud, Draco.-
-Los elfos de Malfoy Manor no son esclavos, ellos tienen un sueldo y días libres- replicó Draco frunciendo el ceño- has visto a Guido y sabes que no viste con fundas de almohadas ni repasadores de cocina como antes.-
-No quise ofenderte, Draco- Sophie intentó tranquilizar a su amigo- es solo que jamás me imagine a mi misma con una elfina.-
-Imagínate a partir de hoy- sentenció el rubio- Bruna seguirá viviendo en Malfoy Manor pero estará a tu servicio, cada vez que la necesites solo deberás llamarla y ella acudirá, además sabes que no puedes rechazarla por que sería el equivalente a liberarla.-
-Acordaré con ella los términos del contrato de trabajo y bueno... supongo que debería darle las gracias a tus padres.- Draco sonrió satisfecho y terminó su desayuno. Ella no estaba conforme pero lo aceptaba, ya se imaginaba las compras de vestidos y ropitas para el guardarropa de su elfina, Draco sonrió y decidió dejar el tema por la paz.-
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La esperanza
FanfictionEl perdió la fe en la vida desde antes de la guerra. Ella perdió gran parte de su vida en la ultima batalla. Ambos se necesitaban sin saberlo. El destino tiene sus tiempos y sus estrategias y ellos se seguirían encontrando hasta que al fin se pudie...