La esperanza

Bill y Fleur

 El resto de los días pasaron casi como un suspiro, Bill y Sophie se veían a diario, no perdían una oportunidad para estar juntos, parecía que el hombre no podía mantener las manos lejos de ella y ella estaba encantada por eso, cada noche cenaban juntos o a veces no cenaban cediendo a la intensidad de los deseos carnales, luego de lo cual, a regañadientes, Bill se levantaba de la cama para volver a su casa, con la promesa de que el fin de semana estarían cada segundo posible juntos. El viernes por la mañana los alumnos de la academia de medimagia fueron recibidos con la novedad de que por la tarde no tendrían prácticas en San Mungo por una epidemia de fiebre que esperaban tener controlada para principios de la semana siguiente. Sophie no perdió tiempo y envió una lechuza a Bill preguntándole si estaba disponible para almorzar, a media mañana la misma lechuza llegó con la respuesta:

Lo siento amor, tengo unos asunto que requieren una pronta solución en Gringotts, me es imposible moverme de aquí, si podemos nos vemos por la noche.

La cara de desilusión fue inmensa, realmente tenía muchas ganas de verlo. El resto de la mañana no logró concentrarse, pensó que todo se debía a la excitación por la fiesta de la noche, esa iba a ser su primera despedida de soltera, Ginny y Alana llegaban con un permiso especial esa misma noche, todo apuntaba a que esa noche iba a ser una experiencia memorable, aunque la madre de Theo se había empeñado en que las fiestas tanto de hombres como de mujeres se hicieran en la mansión Nott, ellas de un lado y ellos del otro, para evitar que llegaran tarde a los preparativos de la mañana, sobre todo las chicas que tenían que estar disponible para el batallón de estilistas mágicas que la señora Nott había contratado para ayudar a arreglar a la novia y a sus damas, tenían prohibido las resacas, así que Sophie se aprovisionó de pociones para la resaca para varias personas e incluso mas de las que necesitaban, por las dudas.-

-¿Listo para lo de mañana?- preguntó la metamorfomaga a Theo al mediodía saliendo de las clases.-

-Para casarme, si- confió él con brillo en los ojos- para seguir soportando a mi madre, no- la risa de ambos se mezclo con el viento que corría por el patio de la academia- esa mujer está a punto de volverme loco y casi va por el mismo camino con Cassy.-

-Cassy ¿eh?- se burló Sophie dándole un empujón cariñoso-

-Es encantadora- admitió Theo mirando a Sophie con cariño- tenías razón cuando me dijiste que pusiera de mi parte.-

-De nada.-

-Vamos a almorzar- pidió Theo tomando la mano de Sophie- a no ser que tengas planes y no puedas ayudar a tu amigo a no soportar a su madre una horas.

-No tengo planes- admitió ella bajando la mirada- le envié una lechuza a Bill para invitarlo a almorzar y me dijo que no podía salir de Gringotts, así que estoy disponible para salvarte de la pobre de Ann Clare.- la joven bruja enroscó su brazo por el de Theo y se aparecieron en la acera de un conocido restaurante, iban caminando compenetrados en la charla cuando ambos detuvieron sus pasos abruptamente, Theo la miró mientras deslizaba el brazo por la cintura de Sophie, frente a ellos en una mesa, sentados muy juntos Bill y Fleur hablaban tomados de la mano.-

-Debe haber una explicación, Sophie- dijo Theo por milésima vez después de una hora. Ellos se habían desaparecido para aparecer en una plaza del lado muggles- debería hablar con él, de seguro hay algo que no estamos entendiendo.-

-¿Qué no estamos entendiendo? – preguntó Sophie levantando la cara que descansaba en su mano desde que habían llegado hasta ahí- me mintió para salir a almorzar con ella.-

-Admito que se ve mal, pero si estuviera haciendo algo malo se escondería- intentó razonar el joven mago- y no se mostraría con su amante en un restaurante al mediodía.- ella respiró profundo tratando de tranquilizar el doloroso latido de su corazón, todavía no podía creer lo que había visto, la imagen de ellos tomados de las manos estaba grabada en la retina de la joven.-