El vinculo

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 Bill se removía inquieto en su cama, el vinculo con Sophie se hacía cada vez mas fuerte, ya estaba empezando a sentir lo que ella sentía, ella estaba triste y él se sentía inútil al no poder ayudarla, con frustración salio de la cama y se cambió de ropa, la noche se había puesto algo fría. Sabía que Sophie había ido a casa de su madre, ya que momentos después de terminar la ceremonia un grupo de aurores habían hablado con Harry, Ron y Remus para avisarles que al fin habían dado con el paradero de Alfred Parkinson y Antonin Dolovov, que debían ir por ellos y traerlos hasta el ministerio. Utilizó la red flu para llegar hasta la madriguera, como era de esperarse, nadie estaba despierto, al caminar hacia las escaleras agudizó su olfato, ella había caminado por ahí hacía poco, su perfume de flores de naranjo todavía permanecía en el aire, siguió la estela del olor que lo llevó hasta afuera, a los terrenos vírgenes frente a la casa, al poco de caminar la pudo ver, frente a un pequeño lago abrazada a si misma, dándole la espalda.-

-¿Sabes que no deberías estar aquí sola verdad?- preguntó él acercándose despacio, ella giró un poco la cabeza y Bill pudo ver que estaba sonriendo.-

-¿Piensas que el lobo podría comerme?- preguntó ella con un susurro cargado de picardía, él sonrió.-

-Es una posibilidad, aunque te niegues a verla- Bill avanzó la distancia que los separaba y la tomó de los hombros, Sophie estaba helada, sin pensarlo se desbrocho la capa y la cubrió con ella, la chica se la quito con un movimiento suave, mientras se giraba para quedar frente a él, volvió a colocarle la capa ante la mirada confundida del hombre, tomó su varita y toco la prenda

-Expansion- murmuró y la prenda aumentó un talle, entonces ella lo abrazo por la cintura y acomodó su cara en su pecho- Así ninguno de los dos tiene frío.- Él la rodeó con sus brazos cubriéndola con la capa, le encantaba la solución de Sophie.-

-¿Qué hacías aquí a esta hora?- preguntó Bill sin dejar de abrazarla- Es peligroso que estés sola.-

-No podía dormir- confesó ella frotando la nariz contra el pecho de él- Muchos recuerdos, muchos sentimientos encontrados. Pensé que el aire frío me ayudaría a despejar la cabeza.-

-¿Extrañas a tu familia?- preguntó él y ella se estremeció en sus brazos.-

-No los vi en navidad- dijo ella con un susurro quebrado- ellos se comunicaron conmigo para prohibirme que viajara por que temían que pudieran atraparme los carroñeros, ya sabes, por ser hija de un licántropo. La ultima vez que los vi fue en la estación del tren el 1º de Septiembre- ella ajustó los brazos alrededor de la cintura de Bill acercándose mas a él- ni siquiera recuerdo si les dije que los amaba.-

-Ellos lo sabían, Sophie- dijo él mientras le acariciaba el cabello- estoy seguro de que estaban muy orgullosos de ti.-

-¿En serio lo crees?

-Por supuesto- dijo él – una vez estuve con ellos en una reunión de la orden, esa noche también había llegado Snape. El profesor contaba los avances del grupo de defensores de Hogwarts... tengo que confesar que hasta él se veía orgulloso al contar sobre los entrenamientos, sobre como se las apañaban para mantenerse fuera de los radares de los Carrow, de cómo se cuidaban unos a otros, debo admitir que las noticias que nos llegaban del castillo eran muy estimulantes. Tus padres tenían un brillo especial en los ojos. Estoy seguro que sabían que habían criado a una luchadora.-

-No sabía que habías conocido a mis padres.-

-¿Gabrielle y Adam Carter?- preguntó él, ella asintió- los licántropos que vivimos de forma civilizada e insertos en el sociedad mágica somos pocos, Sophie, lo raro sería no conocerlos. Lamenté mucho saber que habían caído en batalla... No sabía que eran tus padres y no lo asocié ni siquiera cuando me dijiste que eras hija de un licántropo.-

-Las ventajas de ser invisible- susurró ella.-

-No eres invisible, Sophie- respondió él- eres una joya preciosa que solo se muestra frente a personas con mucha suerte. Yo estoy feliz de ser una de esas personas- Sophie sonrió mientras sentía como aflojaba el dolor en el pecho, respiró profundo llenando sus pulmones de la fragancia de Bill que tanto le gustaba, esa mezcla entre madera de palo santo y coco que la tenía hechizada.-

-Gracias Bill- dijo ella con sinceridad.-

-¿Gracias por que?

-Por estar aquí conmigo en este momento, realmente no tenías que hacerlo.-

-En eso te equivocas, Sophie- dijo él cerca del oído de la chica- Se que entre tú y yo hay un mundo de diferencias y que el que seas la amiga de mis hermanos debería haber hecho que jamás pusiera mis ojos en ti, pero me gustas, Sophie y ni siquiera intenté evitar que pasara, cada vez que te veo, descubro algo nuevo que hace que me gustes un poco más- Bill la separó un poco de su cuerpo y colocó dos dedos bajo su barbilla para obligarla a mirarlo- Si me necesitas, yo estaré para ti.-

-También me gustas, Bill- confesó ella esquivando la mirada de él- me gustas desde la primera vez que te vi.-

-¿En la operación de rescate?- preguntó él con el pecho hinchado de orgullo por la confesión de ella, la vio asentir con timidez- el ataque había pasado hacía poco, las heridas eran frescas...

-Vaya que resultaste ser vanidoso- dijo ella interrumpiéndolo- Soy hija y ahijada de licántropos, vi peores heridas, te lo puedo asegurar.-

-No te asusto para nada ¿Verdad?

-Para nada- respondió Sophie mirándolo a los ojos- Pero hay algo que si me asusta.-

-Dime que es- dijo Bill frunciendo el ceño con preocupación.-

-Tu madre- respondió ella con una sonrisa, provocando una risa en él- si descubre que salí y decide buscarme, bueno... si nos ve así estaremos en serios problemas.-

-Aumentarán tu sentencia y tendrás que irte a vivir con Malfoy- dijo él con tono de reproche, ella lo miró confundida hasta que entendió, sin pensarlo soltó una carcajada.-

-No recordaba haber dicho eso.-

-Pero lo dijiste.-

-Bueno, eso jamás pasaría- aseguró ella todavía riendo- si solo se me ocurriera hacerlo, mi padrino llegaría como una flecha a sacarme de allí a rastras.-

-Le tienes mucho respeto a Remus ¿Verdad?

-Por supuesto que si- dijo ella sin dudar- lo respetaba cuando mis padres vivían y más ahora que ocupa el lugar de mi padre- ella volvió a apoyar la frente en el pecho de Bill.-

-Volvamos- dijo él después de un rato, apretó los brazos alrededor de ella y los hizo aparecer en la sala de la Madriguera.- Ve a la cama ahora y no vuelvas a salir, si vuelves a sentirte inquieta te prometo que lo sabré.-

-Seré niña buena- prometió ella mirándolo a los ojos.-

-No te veo como una niña, Lobita- dijo él inclinando un poco la cabeza y acercando sus labios a los de ella- Ahora vuelve a la cama antes de que mi lobo tome el control y nos aparezca en mi casa- ella sonrió sin una pizca de miedo en sus bellos ojos, se puso de puntillas y depositó un suave beso en la comisura de la boca de Bill, acto seguido intentó voltear para subir las escaleras, él no se lo permitió, Sophie volvió a mirarlo durante un segundo antes de que él avanzara la distancia que lo separaba de ella y capturara sus labios en un primer e increíble beso.-

La esperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora