La esperanza

La propuesta

 Después del aniversario Sophie al fin sintió que había empezado a curarse, Bill la llevó al Refugio después del evento y la protegió desde ese día haciéndola sentir acompañada, los días se hicieron meses y sin darse cuenta llegaron hasta el final de la academia. Como habían prometido todos los amigos terminaron en tiempo y forma sus estudios, aunque ahora se enfrentaban a dos años de practicas y residencias, pero ya podían presumir sus títulos. La celebración de la boda de Luna y Draco fue como se esperaba un evento por todo lo alto, la señora Weasley no escatimó esfuerzos para agasajar a la pareja quienes después de la fiesta partieron a una luna de miel en Francia. La familia Weasley, Remus, Harry, Hermione, Alana y Sophie descansaban después de haber bailado en la fiesta, sentados en el patio de la Madriguera.-

-Luna se veía hermosa- dijo Sophie estirando la espalda mientras levantaba las piernas sobre las de Bill, él le quito las sandalias y masajeo los pies de su novia.-

-Draco estaba feliz- admitió Harry sonriendo mientras se sacaba los lentes para masajearse el puente de la nariz- jamás me imaginé que lo vería tan relajado, aunque también ayudo que sus padres se decidieran a venir al final.-

-Ese fue el mejor regalo que podrían haberle dado a su hijo- dijo Sophia bostezando- eso completó la felicidad del día.

-Quizás para ellos, se completó de esa manera- dijo Bill captando la atención de Sophie, ella bajo los pies y enderezó la espalda, el hombre sonrió antes de arrodillarse a los pies de la chica- Sophia, la primera vez que te vi, que te vi de verdad, fue en este mismo patio, desde ese día no ha pasado un solo día en que no se reafirma mi deseo de estar contigo todos los días de mi vida- Bill sacó de su bolsillo una cajita roja - yo estaba vivo pero tu me devolviste las ganas de vivir, reuniste los pedazos y los volviste a unir. Podría darte mil razones, más por las que quiero compartir mi vida contigo, pero necesito saber si quieres compartir la tuya conmigo. Sophia Rosmery Carter ¿Te casarías conmigo?- Bill abrió la cajita y dejó ver un anillo de oro con un solo diamante cuadrado, Sophie lo miró y después miró a Bill.-

-Nada me haría más feliz que ser tu esposa- confesó ella con lágrimas en los ojos, él amplió la sonrisa antes de colocar el anillo en el dedo de Sophie, se puso de pie y ella lo besó- Te amo, Bill.

-Te amo, Sophie.- la pareja se separó al sentir llegar a los familiares y amigos para felicitarlos.-

-Padrino- dijo Sophie dejándose abrazar por el hombre castaño- Necesitamos tu bendición para esto.-

-La tienen, Lobita- admitió Remus sonriendo- Bill hablo conmigo hace días y aunque me pesa que mi hija se vaya a casar, tengo que admitir que ese hombre es perfecto para ti.-

-Gracias por tanto, padrino- dijo ella con la voz cortada- no se que hubiera sido de mí sin ti.-

-Tus padres me eligieron para ocupar su lugar si algo les pasaba, no me alegra haber ocupado su lugar por que eso significó que ellos murieron. Solo le pido a Merlín haber sido un buen padre para ti.-

-Los has sido- confirmó ella dejando deslizar una lágrima por su mejilla- lo has sido, papá Remus- el hombre lobo abrazó a su pequeña adoración, la niña que recibió al llegar al mundo y que estaba a punto de entregar en matrimonio.-

-Te ame desde que te pusieron en mis brazos, Sophia Rosmery y voy a estar en tu vida todos los días de mi vida.- Sophie sonrió y se apretó entre los brazos paternos, la vida a veces era aterradora y otras feliz, como ese momento que vivían ahora.