INQUEBRANTABLE [+18] PRIMERA PARTE

Capítulo 21

Maraton (1/2)

VIKTOR:

Sigo con la mirada el movimiento de cadera que hace Irina al caminar, mientras se va con la esclava.

Sonrio con suficiencia al recordar que ahora me pertenece, que ya nadie va a intervenir en mi camino y que la hermosa dama de ojos grises y cabellos dorados ahora es solo mía.

Ella es la causa por la que mis hermanos han decidido revelarse contra mí, y no los culpo, fui impulsivo y no seguí el trato que teníamos.

Para los Nikiforov primero es la familia, y nunca dudé en ponerlos primero a ellos, sin embargo, la diosa que ahora se encuentra en mi habitación tiene algo que me vuelve loco, que me hace cambiar de parecer, que hincha mi polla solo con verla y que quisiera ver doblegada ante mí.

No olvido que fue la mujer de mi enemigo y eso hace crecer la ganas que tengo por ella. Apenas la conozco y ya quiera verla a mi merced.

Camino hacia mi despacho mientras siento como el celular vibra con la entrada de una nueva llamada.

—bHabla Viktor — respondo sin ganas mientras me acomodo en la gran silla del enorme salón .

—¿Conseguiste lo que querías, no...?

Sonrio al reconocer la voz

— Que te puedo decir... Siempre consigo lo que quiero.

— No entiendo para que la quieres y la mantienes viva, sabes muy bien que tu no eres de esos que se encariñan con una persona.

— ¿Y tú sí? — respondo con suficiencia y se queda callado ante lo que acabo de decir —No seas hipócrita, que tú la estabas apuñalado por la espalda mientras le jurabas lealtad, y no me refiero a que te hayas revolcado con la secretaria, porque a fin de cuentas ella era muy poca cosa para Irina, hablo de tu otro secretillo — rio — A diferencia tuya yo no juego tan sucio y la voy a hacer mi dama.

— Eres peor que escoria. — suelta con asco.

— Di lo que quieras, pero ella ya es mía, y no me importa lo que hagas, porque se va a olvidar de tí, y te aseguro que te odiara más que el infierno. De eso me encargo yo —antes de cortar la llamada recuerdo algo y sonrío con malicia — Por cierto, mi sentido pésame por tu primogénito — me burlo — Yo mismo mandé a matar al fenómeno que traía esa mujer en el vientre. Muerte para toda tu descendencia Müller — rio y corto la llamada.

Haber matado al primogénito de ese bastardo me da la mejor satisfacción, soy un hombre rencoroso y por más que pase el tiempo, yo no olvido.

Él supo jugar bien sus cartas en el pasado, pero ahora es mi turno, y esta vez no dejaré que salga con vida...