INQUEBRANTABLE [+18] PRIMERA PARTE

Capítulo 26

Maraton (1/2)

IRINA:

Despierto al sentir unos brazos alrededor mío.

— Lo siento tanto — dice una voz femenina — Tenía que haberte cuidado — llora — Irina, por favor reacciona, no me dejes sola — se aferra más a mi cuerpo y me abraza tan fuerte que siento que me voy a romper.

Jadeo de dolor y ella se percata de eso.

— ¿Irina? — pregunta con un brillo en sus ojos — Oh cielos... Lo siento tanto — se percata que su abrazo comienza a doler — Mierda... Lo siento — me suelta un poco — Vamos, tenemos que irnos de aquí — me ayuda a levantarme y no tengo fuerzas para mantenerme de pie — Haz un esfuerzo por favor, ayudame a cuidarte — ruega y asiento adolorida — Tranquila que esas malditas perras no están en la casa, se me hará mas fácil llevarte. — asiento de nuevo y camino como puedo... Soy un desastre, me odio por sentirme débil — Te busqué en la mañana, y al no encontrarte me preocupé tanto y sentí que algo iba mal. Busqué en todo el lugar y finalmente llegué a este subterráneo, disculpa que haya demorado tanto.

— No te preocupes... — susurro y me agarro de las costillas cuando siento que hasta respirar duele.

— Ya llamé a un doctor... En verdad es el médico que cura a todos los heridos de la bratva, pero tiene mi confianza así que te va a curar.

— Eso espero...

Subir las escaleras se me hace un verdadero tormento, pero trato de ser fuerte para no caerme.

Prishka carga conmigo como puede y siento una tremenda satisfacción cuando por fin estamos en mi habitación.

Me lleva hasta el baño y me deposita en la taza del inodoro.

— El agua te hará sentir mejor — asiento como puedo y dejo que me lleve hasta allí. El agua caliente cae sobre mi cuerpo adolorido y la ropa que aún llevaba puesta se moja por completo.

Ella lava mi cabeza mientras trato de sacarme la ropa, y enjuago mi cuerpo.

— ¿A que hora llegará tu doctor? — pregunto.

— No creo que tarde mucho... Es alguien muy ocupado por lo que accedió al saber que era yo.

Sonrio

— ¿Tienen algo? — levanto las cejas y rio un poco cuando la siento nerviosa y sus mejillas se tornan rojas.

— No, como crees — ríe nerviosamente — Sabes como está mi situación... No puedo permitirme nada con él.

— Cuando escapes y seas libre por fin, date el tiempo de conocer nuevas personas... Eres muy linda solo para ser una máscara de alguien que no te quiere, te mereces algo mejor Prishka.

Me muevo un poco y gimo bajito al sentir dolor. Maldita seas Nikita, me las vas a pagar, eso tenlo por seguro.

— Lo sé... — suspira resignada continuando con la conversación — Pero te tengo a tí, te convertiste en mi fortaleza. — habla decidida.