43.

288 50 10
                                    

Conduje con San hasta casa, el estaba tan feliz de verme que todo el camino iba hablando de lo mucho que pensaba en mi diariamente.

De sus actividades en la cárcel, que leía de 3-4 libros semanalmente, dios santo San tenía una biblioteca en la cabeza. Me preguntaba si el se recordaba de cada libro que había leído.

Llegamos a casa y abrí la puerta, ambos entramos y rápidamente Odeisy desde el sofá de la sala saltó a saludar a San. Aún le recordaba y su felicidad era tan grande que se orinó dentro de la casa, cosa que no suele hacer jamás.

—Aun te recuerda... — Le dije sonriendo.

—Es así, lo extrañe también tanto—

—Entonces... ¿Vas a quedarte aquí?— Le pregunté, no quería que sonara ansioso de mi parte sin embargo estaba ansioso de que se quedase a mi lado. No podía pensar en nada más que el en ese momento.

—Tengo que ir a traer mis cosas... De haberlo sabido hubiéramos ido antes de venir a casa—Rió, yo solo le avente las llaves del auto y me senté en el sofá algo cansado.

Sannie tocó mi cabello y caminó hacia la puerta.

—Regresaré pronto... Si estás tan cansado ve a dormir lindo— Me había dicho lindo, aquella palabra me derritió de nuevo como hacía años. Si hubiera sido por mi corazón le habría besado desde el momento en el que lo ví. Le habría dicho lo mucho que lo sigo amando y lo mucho que quiero que no se apartase de mi. Claro si hubiera sido mi yo de hace 6 años. De hecho en el momento en el que supe de la condena de San ya estaba pensando en cómo darle la bienvenida cuando saliera. Pero, nada salió como esperaba.

Ahora mi cabeza está en el dilema de Choi San o Choi Jongho. ¿Porque no puedo quedarme con ambos?

Me levanté del sofá y les di comida a Odeisy y a chicle. Subí a mi habitación y comencé a cambiarme la ropa. Mientras buscaba mi pijama en el armario ví derrepente aquel cuaderno de dibujo... La mayoría estaba vacío pero tenía los momentos que había pasado con San.

Ese cuaderno no había estado visible por mucho tiempo... ¿Hoy se tenía que caer?
Cayó abierto. En una página donde había un dibujo de San comiendo galletas de la abuela.

Lo levanté y del otro lado estaba escrito lo que sentía en ese tiempo.

"A Sannie le gustan mucho los alfajores con azúcar de la abuela, intente hacer varias veces sin embargo jamás logré que quedarán igual. Si algún día llegan a quedarme perfectas como las de la abuela le haré a San un bote entero, para que pueda llevárselo y comer cuando el quiera.

PS: se veia tan lindo comiendo galletas que me daban ganas de tomar sus mejillas y apretarlas. Decirle lo mucho que lo amo y también que si come demasiado va a engordar"

Busque otra hoja. Aquel dibujo dónde San y yo nos besamos por primera vez en su auto.

"Cuando pasó esto pensé que yo había Sido un idiota, ¿En qué mundo yo Jung Wooyoung besaría a un profesor?

En mi defensa, el es muy guapo, ahora me considero afortunado de haberlo conquistado y que el hubiese aceptado tan fácilmente."

Sonreí un poco y dejé el cuaderno en mi escritorio. Seguí colocándome la pijama y baje a hacerme un té. San estaba entrando con sus cosas cuando estaba bajando las escaleras.

—Bienvenido... Ahora también es tu casa— Le sonreí. En ese momento mi corazón corría más hacia San. Total la abuela dijo que no lo dejara ir.

—Gracias Wooyoung. Cuidaré este lugar cuando tú no estés— Yo solo le sonreía como idiota desde las escaleras.

—¿Quieres tomar algo? ¿Un café, un te, quieres solo agua?—

Hacker (Sanwoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora