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En el capítulo anterior:

- Oww, me dueles - hizo un puchero igual de actuado que mi anterior sonrisa - ahora en serio, no me creo que no estés saliendo con mi hermano, aunque no me voy a quejar de que no te unas a la familia - ya me estaba artando.

- ¿Qué te parece...? - me giré a mirarlo con una sonrisa sarcástica - ¿aún no, pero pronto tendrás que aguantarme como cuñada? - le volví a sacar el dedo del medio y seguí andando, maldiciendo a mis amigas que se habían quedados atrás riéndose con los demás Merodeadores. Aunque no dejé de andar, porque siempre diva nunca indiva.

Ahora:

- ¿Con qué pronto serás cuñada de Sirius? - Regulus apareció de repente a mi lado, provocándome un mini paro cardiaco y un sonrojo hasta las orejas.

- Me estaba artando - intenté escusarme. Regulus agarró mi mano y me acercó a él.

- Me parece una buena idea - me sonrió y acunó mis mejillas antes de besarme. Seguía sonrojada al límite - y a mí también me arta la mayoría de las veces - se burló de su hermano y volvió a besarme pasando sus manos a mi cintura.

- ¿Sabes qué deberíamos estar en clase verdad? - le dije cuando nos separamos juntando nuestras frentes.

- Lo sé - rio - pero no podía evitarlo - se separó un poco más de mí y empezó a caminar agarrando mi mano - te veías todo diosa empoderada, ¿sabías? - me sonrió.

- Lo sé, por eso no me dí la vuelta cuando me di cuenta que ni mi hermana ni mis amigas me seguían, estropearía mi momento de diosa - moví mi mano para quitarme el pelo de la cara dramáticamente provocando su risa seguido de un tirón de su mano para acercarme a él y pasar de tomar mi mano a abrazarme por los hombros.

La gemela de Lily Evans.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora