La gemela de Lily Evans.

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En el capítulo anterior:

- Lo sé, por eso no me dí la vuelta cuando me di cuenta que ni mi hermana ni mis amigas me seguían, estropearía mi momento de diosa - moví mi mano para quitarme el pelo de la cara dramáticamente provocando su risa seguido de un tirón de su mano para acercarme a él y pasar de tomar mi mano a abrazarme por los hombros.

Ahora

- Reg, se que soy bastante torpe y distraída la mayoría de las veces, pero estoy casi segura de que las clases están por el otro lado - sonreí mirando como él se encogía de hombros - Reg - le advertí parando súbitamente de caminar, obligándole a hacer lo mismo.

- Íbamos a llegar tarde de todas formas, mejor hacer algo distinto - sonrió inocentemente.

- El perfecto prefecto de Slytherin, Regulus Black, se salta una de sus primeras clases en su año de TIMOS. ¡Esto va a ser un escándalo! - me burlé de él, quien rodó los ojos intentando esconder una sonrisa.

- Oh, venga. Cállate - se quejó y se sonrojó ligeramente.

- Nope. ¡Perfecto prefecto! - repetí y me miró mal, pero las comisuras de sus labios parecían luchar por elevarse, lográndolo ligeramente - ¡Perfecto prefecto!

- No vas a callarte, ¿verdad? - me preguntó con una leve sonrisa.

- No - sonreí -. ¡Perfecto prefec...! - agarró mis mejillas con ambas manos y me besó, pagando súbitamente mi burla sin dejarme terminar. No pude evitar hacer un ruidito sorprendido -. ¡Eso es trampa! - me quejé cuando nos separamos aunque había recibido su beso gustosa.

  Escuche su risa antes de que volviera a besarme. Si alguien nos estuviese viendo probablemente vomitaria arcoíris. No vamos a mentir, yo lo haría si fuera ellos, pero no podía evitar volverme una cursi con Regulus.