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En el capítulo anterior:

- No te molestes, Tin - me sonrió y siguió acariciando mis mejillas, esta vez con las dos manos.

Ok, estaba muy cerca. Demasiado para mi cordura. Reprimí el impulso de besarlo, pero en cambio sentí mis piernas como gelatina.

Ahora:

Sus manos se siguieron moviendo por mi rostro hasta empezar a acariciar mis labios. 

Esto está siendo demasiado para mí. Merlín, si querías que admitiera que me gusta Regulus lo has conseguido. Para este momento antes de que me desmaye o cometa alguna locura, como besarlo. Aunque si él se comporta así es porque le gusto, entonces no sería tanta locura.

Sus ojos, hasta ahora conectados con los míos pasaron a seguir los movimientos de sus dedos sobre mis labios. No pude evitar mirar los suyos. Él se acercó lentamente pasando sus ojos de mi boca a mis ojos y así sucesivamente. No voy a negar que yo no hacía lo mismo y no sabía que me atraía más, si sus ojos grises o sus labios finos.

Siguió acercándose a mí y yo empecé a hacer lo mismo ansiosa por probar sus labios. Sentí un escalofrío por todo mi cuerpo cuando nuestras narices rozaron. Él pareció notar que mis piernas empezaban a fallar porque una de sus manos se dirigió a mi cintura sujetándome con firmeza, evitando mi inminente caída y acercando más nuestros cuerpos si eso era posible. Solté un jadeo entre la sorpresa y la satisfacción de sentir su cuerpo más cerca del mío. Él sonrió y acortó la distancia que nos separaba juntando nuestros labios.

Durante algunos segundos ambos estuvimos completamente quietos. Luego el empezó a mover sus labios sobre los míos de forma pausada y yo hice lo mismo. No iba a mentir, este no era mi primer beso, ni tan poco el que más sentimientos despertó en mí, pero eso no decía que no se sentía bien, que no era agradable y placentero besar a Regulus. 

Tampoco parecía que fuera su primer beso ya que sus labios se movían expertamente sobre los míos, de una manera lenta pero profunda que hacía que me derritiera. 

Debido a la profundidad con la que el Slytherin me besaba mi cabeza se fue hacia atrás levemente para que luego la mano de él que estaba sobre mi mejilla pasara a estar en mi nuca, atrayendo mis labios con más fuerza a los suyos. Contuve un jadeo y pasé mis brazos a su cuello acariciando su sedoso cabello negro.

Nos separamos apenas unos centímetros para respirar y pasé mi vista a sus ojos que se encontraban dilatados y luego a sus labios entreabiertos, notablemente más rojos e inchados. Sin poder evitarlo mis manos sobre su nuca lo atrajeron hacia mí de nuevo y lo volví a besar, esta vez metiendo mi lengua sobre su boca. Esta vez fue el quien jadeó y tembló en mis brazos, para luego repetir mi gesto y explorar mi boca de la misma forma que yo lo hacía con la suya, convirtiendo nuestro beso en uno mucho más intenso.

Al separarnos por segunda vez juntó su frente con la mía, rozando nuestras narices y haciendo que nuestras respiraciones agitadas chocaran debido a la cercanía.

- Wow - dijo él aún normalizando su respiración. No pude evitar soltar una risita.

- Si, wow - repetí divertida. Sus mejillas, que ya estaban bastante sonrojadas, tomaron un color rosa más intenso aún y rió avergonzado conmigo.

Nos quedamos en la misma posición durante unos minutos, sin decir nada más, solo mirándonos y respirando pausadamente.

- Ha estado bien - dijo luego de un rato, aún sin separarse de mí.

- Más que bien - corregí y el coincidió con una sonrisa.

- Ha estado tan bien... que podríamos repetirlo, ¿no crees? - me preguntó entre la timidez y el coqueteo. No pude evitar sonrojarme y solo asentí.

Se acercó y volvió a eliminar la distancia entre nosotros.

La gemela de Lily Evans.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora