XXXIII. Sella

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XXXIII

Sella

Al día siguiente, yendo a hacer las compras al mercado, paso por una farmacia para comprar una pastilla anticonceptiva, principalmente para cuidarme. A esos chicos quizás nunca los vuelva a ver en mi vida, pero eso no me importa.

Entreno un poquito nada más, a pesar de que mi cuerpo aún estaba cansado por diversión de la noche anterior y es porque se ha convertido en un buen hábito que estoy retomando, incluso impulsé a Raúl a que también haga algo de ejercicios.

Un par de días después, lo invito a entrenar conmigo y luego comer algo, fue muy divertido. Conversando y entre bromas le cuento a dónde había ido cuando me desaparecí en la fiesta y todo lo que sucedió. Hablaba un poco lento y alargaba las palabras, quizás porque sentía algo de vergüenza, no por haberlo hecho borracha, pues había tomado muy poco y estuve consciente todo el tiempo, sino porque me preocupaba lo que pensaría de mí.

Él me mira de frente, su rostro se ve algo sorprendido, me mira un rato y me pregunta cómo me siento. Ante esto, me quedo pensando unos segundos y le respondo que estoy tranquila, porque fue algo que hice para mí. Me sonríe y me hace un comentario en doble sentido de aquellos que él suele hacer solo conmigo, es en este momento en el que siento una extraña tranquilidad. Exhalo un poco de aire, dejando descansar un poco mis hombros, se siente tan bien el poder contarle algo a una persona de confianza sin ser juzgada, sino, por el contrario, ser consultada por mis pensamientos y sentimientos, creo que de eso se trata la verdadera amistad.

Durante estas semanas, también nos reunimos con los demás chicos, bromeando y contándonos cositas, pero también de nuestros problemas y nuestras soluciones. También vimos los horarios de cada curso que llevaremos el siguiente ciclo, con esto me he podido organizar y estuve buscando un nuevo trabajo por todos lados hasta que lo conseguí. No será el mejor empleo del mundo, pero me dará la flexibilidad para estudiar cómo debo y pagar mis necesidades básicas.

Podré disponer de la herencia recién dentro de unos meses, pero definitivamente la tengo que ahorrar para asegurar mis estudios, que son lo más importante. Tampoco es mucho que digamos.

¿Y el amor? Pues he aprendido a la fuerza a que mi felicidad no debe depender de nadie más. Siendo sincera, creo que aún no sé cómo querer aproximadamente a otras personas, eso es un proceso en el que estoy trabajando, pero he entendido que lo principal es amarse a uno mismo, eso es lo fundamental, y eso también es un constante aprendizaje. Que tu mundo no debe girar alrededor de nadie más que tú mismo.

Sella es el nombre de mi madre, "Ella es libre" en italiano, pero vivió en cautiverio, presa no solo de un mal hombre que la maltrataba de múltiples formas, sino también, de ella misma, de sus sueños truncos, de sus metas sin alcanzar, de todo aquello dejó por cumplir las expectativas de otros y no lo que ella en verdad quería, ella no merecía eso, ni yo, ni nadie. Sé que no será fácil, pero juro por ella que daré todo de mí para lograr mis propios objetivos, para tener tranquilidad en mi vida, para ser una mujer libre.

~ Fin ~

Derecho de piso: Diario de una sumisa [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora