Tu mejor amigo.

26: "Caer."

Últimamente sentía como si todo se estuviera cayendo, y no para mi, sino que para Zain. Casi un mes había pasado desde que Iván le habló por última vez y nunca, en serio, nunca lo había visto así de mal. Cuando discutían siempre podía notar esa pequeña esperanza de que volverían a estar juntos, y así ocurría, pero esta vez los ojos del castaño estaban completamente vacíos y sus palabras se desvanecieron en el aire hace tiempo. Había intentado animarlo varias veces, incluso creí que lo había logrado, pero no, seguía fallando infinitas veces mientras que el Diego suspiraba en forma de decirme de que ya no lo intentará más.

-Zain..- Ese día lo intentaría nuevamente, no iba a rendirme, no mientras siguiera sintiendo que podría ayudarlo, aunque fuera tan poco como un grano de arena.

-¿Hm?..

-¿Cómo dormiste hoy?..- Levantó los hombros.- Eh.. ¿Te gustó la actividad de lenguaje?..

-..Hm.

-..¿Qué escribiste?, noté que estuviste inspirado por un rato..- El chico me pasó su mochila casi vacía y siguió en silencio.- Ok..- La abrí y saqué su cuaderno, busqué entre las rotas páginas alguna que pareciera ser de hoy hasta que la encontré.

Solo. Solo. Solo.
El hilo rojo baja por mi piel mientras sostengo el filo entre mis manos.
Las heridas duelen.
La soledad duele mucho.
Saber que no volverás duele aún más.
Y saber que es mi culpa me hace pensar, por última vez, si es que en serio es tan necesario que esté aquí.
Solo. Solo..
Acompañado de botellas en la cocina junto al cuerpo de mi mi madre..
Cómo me gustaría haberla seguido.
Cómo me gustaría que hubiera cortado mi respiración cuando se dignó a hacerlo.
Como me gustaría que alguien me matara para que al menos mi muerte no fuera tan patética como yo.
Como me gustaría no estar tan solo.
Cómo me gustaría estar bien.
Cómo me gustaría que estos dejaran de ser sólo deseos.
Cómo me gustaría..

-...Zain..- Le hice cariño en la espalda.

-Déjame..- Murmuró.

-Zain, dame un abrazo..

-...- Me rodeó con sus brazos y soltó algunos sollozos.

-Gracias.- Acaricié su cabello.

-¿D..Dónde está el Diego?..

-Está con la Cata.

-¿No va a pasar nada?..

-No, no te preocupes.

-Ok...

-Zain.. Por favor no dejes que nadie te haga daño y tampoco te lo hagas tú.

-Lo siento..- Me abrazó más fuerte.- Lo siento tanto..

-Ya, ya.. No estás sólo, aún hay mucha gente que te quiere. Yo te quiero mucho, ¿ok?.

-Pipe..

-¿Qué pasa?..

-¿Por qué siempre arruino todo con las personas que quiero?..

-¿Por qué lo dices?..

-Ja..- Rió amargamente.- Primero mi padre, ahora Iván.. ¿Qué sigue?, ¿ustedes?, ¿el Alejandro?, ¿el Mati?.. Incluso yo me odio, no me sorprendería que los demás también lo hicieran..

-..Para odiar a alguien deben pasar cosas muy fuertes y no creo que nada suceda. Al menos nada más.. Así que no te preocupes, ¿ok?.

-Ok..

-Zain..

-¿Hm?..

-No sé si quieres hablar, pero.. ¿Qué te dijo Iván ese día después del colegio?..

-..Me dijo que probablemente no nos veríamos nunca más.

-¿Por qué?..

-Me dijo que me lo explicaría cuando llegara el momento, pero dudo que ese momento llegue. ¿Crees que quiera despedirse de mi cuando se vaya?..

-Estoy seguro que si..

-Ojalá así sea.- Suspiró y apoyó su cabeza en mi pecho.- Pipe..

-¿Hm?..

-Gracias..

-No hay de qué..

-En serio, gracias.. Estuviste todo este tiempo intentando animarme y en serio lo aprecio.

-Lo sé, no te preocupes, no debes decírmelo.

-Gracias..

-Hm.. Tengo otra pregunta..

-¿Cuál?..

-En el poema que escribiste dice que te hiciste algo.. ¿Fue sólo una metáfora o...?

-Ambas..

-..Oh.. ¿Dónde?..

-No fue como lo describo ahí, en realidad fue un accidente y a la vez no. Me caí de las escaleras.

-Oh..

-Mira.- Levantó un poco su poleron y su polera, en su piel habían varios moretones.

-¿Te duelen?..

-Sólo si me paso a llevar.- Bajó su ropa y volvió a abrazarme.- Pero estoy bien.

-Zain..

-En serio.

-..Ok..

-Oh.. Mira, el Diego.

-Si, ya llegó.

-¿No vas a ir?..

-Vamos a estar todos juntos, así que no hay problema con que me quede aquí.

-...Ya veo..- Sonrió levemente.

-Zain..

-¿Hm?..

-Quiero hacerte una promesa.

-Oh.. Ok.

-Prometo abrazarte por todo el tiempo que necesites, no importa cuando sea, sólo dime y te abrazaré hasta que te sientas mejor.

-..Prometo lo mismo.

-Me parece bien.- Ambos sonreimos y, por un pequeño segundo, sentí como si el mundo sólo fuera de nosotros dos.