3: "Confusión".

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Ya habían pasado algunas semanas desde ese día extraño, los siguientes se sintieron parecidos, pero cada vez me acostumbraba más a la nula presencia de mi madre y a los extraños sentimientos que había empezado a tener desde que conocí al castaño. Ese día nuevamente estaba en el colegio junto a Zain y el Cazuela, los tres estabamos comiendo nuestra colación mientras pateabamos una piedra que estaba en el suelo.

-Zain.

-¿Hm?.

-¿Cuando naciste?.

-El uno de Abril del 2004, tengo doce.

-Eres un año mayor que nosotros..

-¡¿Qué?!.- El Diego habló con la boca llena de galletas.

-Noo, que asco, cierra la boca, tonto.

-JAJAJAJA, perdón.

-Repetí quinto, en realidad debería estar en sexto.

-¿Por qué?.

-Tuve unos problemas en mi otro colegio, no logré terminar bien el año pasado.- Su mirada se notaba algo perdida y, me atrevería a decir, hasta vacía.- En realidad fueron sólo tonteras, no es nada del otro mundo..- Revisó su celular y, luego de unos segundos, volvió a guardarlo, sin embargo, repitió el acto unas dos veces más hasta que simplemente decidió dejarlo en su mano.

-¿Cuántos años tiene Iván?.

-Es un año mayor que yo.

-¿Va en séptimo?.- El Cazuela volvió a hablar con la boca llena de galletas y, esta vez, jugo.

-Weón, ya, da asco.- El castaño siguió mirando su celular.- Y, si, va en séptimo.

-Oh..- Notaba a Zain molesto, aunque no sabía la razón. Pensé en varias cosas, pero no quise precipitarme, tampoco sabía mucho de él como para sacar conclusiones.- Zain.. No creo que decir esas palabras sea necesario..- No me gustaban las groserías, aunque en situaciones puntuales a veces se me escapaba una que otra.

-Tú no me dices qué hacer y qué no, si quiero hablar con palabras inútiles, lo hago, ¿te afecta?.- Rabia, eso había en su mirada, y mucha.

-Lo siento..

-Oye, tu no me tratai' así al Pipe, ¿me entendi'?. Podi' estar enojao' y todo lo que querai' pero me lo tratai' con respeto o te voy a sacar la..- Lo interrumpí.

-Diego, gracias, pero ya es suficiente.

-Es que..- Lo miré.- Ok..

-Lo siento, es mejor que esté solo, no quiero descargar mi rabia con ustedes, no debería.

-Qué bueno que lo sepas.

-Ya.

El ambiente se había puesto algo tenso, por lo que intenté cambiar el tema.

-¿Vamos a jugar a la pelota en el último recreo?.

-No, al menos yo no.- El castaño seguía con sus ojos clavados en la pantalla de su celular.

-Bueno.- Sentí un ligero dolor en mi pecho, quería llorar, pero no tenía una buena razón para hacerlo.

-Pipe, ya, dejémoslo solo.

-..Ok.- Nos alejamos a pesar de que lo único que quería era abrazar a Zain, quizá necesitaba cariño, pero no lo sabía, no sabía nada.

-¿Estas bien..?- El chico de cabello rubio ceniza me hizo cariño en la espalda.

-No..- Mis ojos se humedecieron.

-Ya, ya, no llores..- Me hizo cariño en la cabeza.- Eri' muy sensible.

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