jēnqa ampā

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Les bendigo con este GIF de abajo.

"¿Ah si? ¿Que mirada?"

Ambos caminaron lentamente, pensaron en sentarse pero el suelo manchado de sangre seca al igual que las paredes no lo hacían muy apetecible

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Ambos caminaron lentamente, pensaron en sentarse pero el suelo manchado de sangre seca al igual que las paredes no lo hacían muy apetecible. Así que ambos se sentaron en una mesa de metal que habia, Lyanna dio un pequeño salto y Bellamy no pudo evitar sonreír. Lyanna no habia crecido y con 24 años se habia quedado en 1,57 metros.

—¿Que sucede en esa mente tuya, muñequita?—Bellamy le preguntó con preocupación haciéndola reír con nostalgia por el apodo, y le dio un suave golpe en el hombro;

— Te dije hace siete años que no me llamaras así.

—En el fondo te gustaba—él la vio con una sonrisa de lado.

—Si, en verdad me gustaba—ella admitió—. Dioses...siete años desde que bajamos aquí. Cien prisioneros, una mecánica y un conserje. ¿Recuerdas lo que éramos todos antes? Clarke solo era una chica privilegiada a los ojos de nosotros al igual que Wells, Murphy era un imbecil, Raven solo una mecánica, a Jasper lo habían atravesado con una lanza, Finn era el caminante espacial, Octavia era la chica debajo del suelo y yo...yo era tan timida y tonta.

—No eras tonta—Bellamy negó—. Eras demasiado gentil y amable para tu propio bien ¿Que hay de mi?

—Tú eras el chico peligroso y arrogante del que Finn me advirtió me alejara porque me causarías problemas—Lyanna sonrió con tristeza recordando al chico. Su primer amigo después de Octavia, como él se habia acercado a ella en el area común de los delincuentes, sin  temor a ella, el primero que la había hecho reir.

—Eso no funcionó muy bien—Bellamy se río y ella rio junto con el.

—No—ella rió, recordando con nostalgia—. Para nada. Bueno ¿que podia hacer? Me llamabas muñequita, me sostuviste cuando estuve enferma, me cuidaste ....ademas amaba tus pecas. Rhaegar las heredó de ti, le gusta jugar un juego en el que yo cuento sus pecas hasta que se duerme.

—Tiene tu abrigo, caperucita roja—él le recordó cuando además de muñequita de apodo le decía caperucita roja, por la larga caperuza que Lyanna usaba cuando se conocieron, un regalo de su abuela. Sin embargo en TonDc se había quemado hasta la mitad por lo que para la altura de su hijo le quedaba perfecta.

—Si te dijera las veces que he tenido que lavar ese lastre...—ella rodó los ojos.

—Desearía que mi mamá y tu papá estuvieran vivos para verlo. Mi madre lo consentiría de seguro.—el homrbe sonrió al pensar en su madre, Aurora. La joven mujer a su lado sonrió.

—De seguro Valjean también, fue al primero que se lo dije—ella sonrió con tristeza, siempre sentía esa puñalada de dolor cada vez que recordaba a su amado padre adoptivo.

—Dime sobre él, por favor—le pidió Bellamy—. Quiero saber todo sobre él.

—Adora saltar—Lyanna dijo lo primero que se le vino a la mente—. También le encanta las espadas y ya quiere tener la edad suficiente para sostener una pistola. Es un aventurero al igual que tú, y tan amable, gentil y considerado como tú. Aunque tiene un increíble gusto por meterse en problemas.

SHEKHIKHI | The 100 #5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora