"OCTAVIA ES LA REINA QUE TIENEN. TU ERES LA REINA QUE NECESITAN"
Lo que debieron ser cinco años, se volvieron seis. Seis años desde que Lyanna había formado su perfecta familia, seis años desde que se había despedido de su antigua familia y el amor...
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Lyanna estaba tallando una de sus flechas cuando sucedió.
Escuchó el ruido de un motor y el viento le levanto el largo cabello rubio platinado. Fue corriendo en alerta hacia Clarke y ambas se vieron y luego el punto en el cielo que estaba descendiendo, una nave. Ambas se vieron sin poder creerlo antes de correr a la camioneta en la que sus dos niños dormían, Clarke fue a despertar a Madi y Lyanna a Roan Rhaegar. La chica no podía dejar de pensar en Bellamy, cuando bajara y viera a su hijo...a su hijo que tanto se parecía a él.
—Despierta mi hermoso niño—ella sonrió despertandolo, llenándole la cara de besos; así lo despertaba cada mañana, a él y a Madi.
—No hay lecciones—escuchó la voz adormilada de Madi, que quería seguir durmiendo. sin embargo un ruido mas fuerte despertó a sus niños, ambos se vieron confundidos y el niño pequeño vio a su madre y luego a Clarke y a Madi.
—Son...¿ellos? ¿es mi...padre?—él preguntó.
—Se tardaron un poco—Clarke les sonrió. Los cuatro salieron de la camioneta y vieron la nave que poco a poco descendia.
—Pense que habias dicho que la nave era mas pequeña—Madi dijo. Y es que la niña decía la verdad, esa nave no era para nada la que Lyanna recordaba hace 6 años, ambas se vieron.
—Madi ve por mi rifle ahora—Clarke le ordenó a la chica, mientras Lyanna ponía protectivamente a su hijo detrás de ella, la niña llego con el arma y Clarke vio por la mira telescópica la desconocida nave.
—¿Clarke? Clarke que es?—Lyanna preguntó, recibiendo una mirada de la chica, ella entendió de inmediato y comenzó a caminar rápidamente.
—Roan ve al auto, Madi vamos a cargar las armas—Lyanna le ordenó a la niña, mientras tomaba su hijo en brazos e iba al auto.
—¿Todas?
—Todas—Lyanna asintió.
—Mami, ¿Qué sucede?—el niño preguntó mientras Lyanna lo dejaba dentro del Rover.
—Alguien vino a casa, y nadie lo invito.
[...]
—¿Quienes son? ¿Por qué están tan asustadas? —Madi les preguntó a las dos chicas, Clarke estaba al volante manejando rapida y frenéticamente, Lyanna y el pequeño niño estaban atrás, la chica amarrándole la pequeña daga de dragon, mientra le arreglaba el abrigo, le puso un poco de pintura de guerra en los ojos, asi se camuflaria fácilmente entre la maleza y la tierra. El día que tanto tenía Lyanna se volvió realidad, el día en que su hijo estuviera en peligro por otros.
—¿Por qué?—el niño preguntó cerrando los ojos.
—Si esto llega a la noche, te podras cubrir mejor.
